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Comida y salud, cuestión de opinión

Comida y salud, cuestión de opinión

Por Alberto Banuet A. ranchobuenavista@gmail.com

Nuestro panorama alimentario ha cambiado enormemente durante los últimos 20 años, las semillas genéticamente modificadas (GM) ahora tienen una gran tajada del comercio mundial de alimentos y al mismo tiempo, aunque con menor cuantía, el apetito por los alimentos orgánicos ha crecido de forma tal, que ya tiene su propio lugar, ganado a pulso, en el gusto del consumidor.

Por su parte, las nuevas tecnologías han hecho lo propio en el ramo de los procesos para, junto con lo que los americanos llaman marketing, lograr que los productos sean más atractivos al consumidor.

Sin embargo, las opiniones y percepción de los consumidores sobre estos dos grupos de alimentos, están divididas, sobre todo cuando se trata de su salud.
Leí un estudio de opinión muy interesante al respecto, desde luego se realizó entre consumidores norteamericanos, porque en México, quienes se suponen que deberían orientar al público sobre asuntos como estos, están pensando ya en la próxima contienda presidencial y en conservar el “hueso”.

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Como sea, los datos son interesantes y hacen tendencia.
1.- Extrañamente, sólo el 55% de los entrevistados opinaron que los cultivos orgánicos son mejores para la salud, el 3% dijo que eran peores y el 41% dijo que eran iguales, ni mejores ni peores, 1% no contestó.
2.- En otra pregunta, 39% dijo que los genéticamente modificados (GM) eran peores para la salud, el 48% opinó que eran iguales a los orgánicos y el 10% dijo que eran mejores, 3% no contestó.
3.- Cuando se preguntó si seguían las noticias sobre los alimentos genéticamente modificados (GM) el 68% contestó que sí y en gran medida.
4.- Al preguntar si pensaban que los alimentos (GM) eran peores para la salud que los tradicionales, el 75% opinó que sí y que eran muy dañinos.
5.- Otra pregunta fue que si opinaban que los (GM) eran dañinos para el medio ambiente y el 58% de ellos opinó que sí.
6.- ¿Cree usted que los (GM) pueden ser dañinos para la salud de la población en general?, sólo el 53% opinó que sí.
7.- ¿Cree que los orgánicos son mejores para la salud? 81% dijo, sí.
8.- ¿Come usted algo de comida orgánica? 76% dijo sí.
9.- ¿Compra usted sus alimentos basados en la información de las etiquetas? 89% dijo sí y esto puede ser un problema latente para los productos mexicanos, particularmente la carne gracias a la ley del etiquetado o COOL por sus siglas en inglés, que debe estipular el lugar de origen del ganado, aunque haya sido engordado y beneficiado en los E.U.

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Esta ley ya fue derogada por instrucciones de la OMC, pero el Sr. Trump ha propuesto que regrese independientemente de lo que opine la OMC, lo que demuestra una vez más su aberración por nosotros.

El resumen del estudio es que la batalla entre los alimentos orgánicos y los GM apenas empieza, al grado que los cultivos tradicionales como los que hacemos en Yucatán, han perdido lugar en la opinión pública.

Aquí estamos en buen momento para atacar las dos vertientes, en las grandes extensiones que se abren a diario en Yucatán para el maíz y la soya, evidentemente sembrarán GM; pero hay gran extensión fraccionada si se quiere, buena mano de obra, tenemos buen clima y agua para meternos de lleno a los alimentos orgánicos y mal haríamos en no pensarlo y poner empeño en lograrlo.

Los americanos seguirán siendo nuestro principal mercado con todo y las caballadas del Sr. Trump, así es que no hay que bajar la guardia ni perder el ánimo, porque, aunque la tierra esté seca y el surco sea largo, con esos bueyes hay que arar.

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