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Con técnica ancestral, rescata Teotitlán del Valle al gusano de seda

En el año de 1900, aproximadamente, en la comunidad de Teotitlán del Valle existían familias que se dedicaban a la crianza del gusano de seda; no obstante, en 1940 hubo en este asentamiento una ola de paludismo, por lo que desde la ciudad de Oaxaca acudieron las autoridades de salubridad, quienes realizaron una fumigación; entonces murieron los gusanos de seda, pero la tradición quedó grabada en la mente de quienes entonces eran niñas y niños.

Reyna Sosa, del grupo Arte Seda, cuenta que el rescate del gusano de seda por parte de su familia, comenzó con los relatos de su abuela. “Llegaba una etapa en que los abuelos repiten y repiten las mismas historias”, afirmó y remitió a los relatos de la mamá de su mamá, quien recordaba que en su niñez se producía la seda.

Este es el comienzo del rescate de esta actividad en Teotitlán del Valle por parte de la familia Sosa, todos encabezados por la hija Gloria Sosa, quien tuvo la inquietud y a partir de entonces se formó un grupo familiar, que comenzó con la investigación.

El ciclo del rescate

En primera instancia se tuvieron que plantar árboles de mora, debido a que es el único alimento que come el gusano de seda. “No come otra hoja más que la del árbol de mora. Se tuvo que esperar dos años para que el árbol creciera y posteriormente tener el gusano”, expresó Reyna Sosa.

“Aquí, nosotros, a partir de la pandemia, siempre hemos conservado también el huevecillo criollo; le llamamos criollo porque a la llegada de los españoles, ellos introdujeron el gusano; sin embargo, ese gusano se adaptó aquí en México y es como ese gusano ha permanecido hasta estos tiempos”, indicó.

Así se observan cuando están a punto de hacer su capullo. FOTO: NVI NOTICIAS.

La seda se utilizaba en Teotitlán del Valle por parte de las mujeres, específicamente para la elaboración del traje regional. En esta comunidad, el traje típico es una blusa blanca con un enredo rojo; el enredo lo sostiene un ceñidor y es éste el que está hecho de seda.

Tras la fumigación de 1940 por parte de Salubridad en este municipio en contra del paludismo, las personas al tener que comenzar de nuevo con el proceso de crianza de los gusanos, decidieron enfocarse en la elaboración de tapetes, pues era más rápido y el ingreso económico se recibía con más prontitud.

Los apoyos del gobierno, nulos

Don Reynaldo Sosa Martínez, esposo de doña Aurora Contreras, realizó un llamado a las autoridades estatales, desde su tierra, Teotitlán del Valle, para que les sigan dotando del gusano de seda, “como se ha hecho en otras ocasiones; hace tres, cuatro años, nos apoyaban con el gusano de seda; lo compraban en San Luis Potosí y lo traían al Tequio, ahí era donde los traían bebés y ahí se reventaban, en El Tequio; ahí apoyaban a todos los artesanos”, aseguró.

Sosa Martínez considera que existe un retroceso por parte de las autoridades, pues desde que comenzó la pandemia de COVID-19, el apoyo ha sido nulo. Pidió a las personas encargadas del tema, mantener en funcionamiento El Tequio, para que les sigan dotando de gusanos de seda no solo a las familias de Teotitlán del Valle, sino también de otras regiones de la entidad.

Este es el capullo utilizado para la transformación, por los gusanos de seda. FOTO: NVI NOTICIAS.

El ciclo del gusano de seda

La familia Sosa explica a quienes visitan su casa, el ciclo del gusano de seda; pues ellos ven día con día la forma en que éste crece y también el momento en que muere. Reyna Sosa asegura que el ciclo de vida de este insecto lepidóptero es de seis a ocho semanas; durante este periodo, ellos se alimentan de la hoja de mora.

Cada tercer día tienen que ser limpiados; en caso de que no se realice una limpieza, se empieza a producir humedad “y con la humedad vienen los hongos y a través de los hongos vienen las enfermedades; si un gusano se enferma, a veces contamina a toda la camada y no nos damos cuenta hasta la quinta semana, cuando ya están a punto de hacer su capullo”, puntualizó.

“Hay que limpiarles, darles de comer de tres a cuatro veces al día”, comentó. En la sexta semana, si se observa a un gusano de seda a contraluz, se ven transparentes o se les ven las patitas amarillas. Esa es una señal que comenzarán a hacer su capullo. Entonces desechan su estómago, duermen aproximadamente 12 horas y cuando despiertan trabajan 72 horas continuas en hacer su capullo.

Pigmentos naturales para la coloración de la seda.

Cuando comienzan esta actividad, son trasladados a hojas de encino, pues les facilita trazar una telaraña, que tendrán como soporte para hacer su capullo; entonces comienza su metamorfosis, transformándose en una crisálida, una mariposa.

Después de esta transformación, el macho aletea buscando a la hembra, pues es imposible que vuele debido a la proporción entre cuerpo y alas. Cuando aletea, el macho atrae a la hembra. Entonces termina el ciclo para ambos, termina su vida. El macho muere después de copular y la hembra fallece tras haber puesto los huevecillos. Su ciclo terminó, pero dejan a su descendencia lista para la vida, sabiendo que la muerte también los espera.

POR ALEXEI GARCÍA. NVI NOTICIAS.

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