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Contemplar el manglar

LOURDES MELGAR. EL HERALDO DE MÉXICO.

Este 2020, año de crisis sanitaria y recesión económica, es óptimo para valorar los manglares como fuente de resiliencia, bienestar y empleo en estados abatidos por la pandemia

Observar la fuerza de sus raíces, percibir el vaivén del agua entre troncos y ramas, descubrir peces y cangrejos azules, escuchar el canto del pájaro, el llano silencio. Contemplar un manglar alegra el alma. Más allá del placer, el manglar juega un papel fundamental en preservar ecosistemas, proteger costas y proporcionar bienestar a comunidades costeras.

Según la UNESCO, al 2017, 67% de los manglares habían desaparecido. En un siglo sobrevivirán sólo los protegidos. Estos bosques de marisma purifican el agua, preservan pesquerías, protegen de huracanes y maremotos. Son esenciales para el desarrollo sostenible de las zonas costeras del trópico y subtrópico. A su capacidad de adaptación, se suma su calidad de “carbono azul” que atempera el calentamiento global.

El 26 de julio, se conmemoró el Día Internacional de la Protección del Ecosistema del Manglar. Este 2020, año de crisis sanitaria y recesión económica, es óptimo para valorizar los manglares como fuente de resiliencia, bienestar y empleo en estados particularmente abatidos por la pandemia.

El COVID-19 ha generado conciencia en la necesidad de proteger ecosistemas y modificar patrones de consumo. Además, ha acelerado el debate sobre valores, pacto social y modelos de desarrollo. Así, empieza a dibujarse un mapa en el que se distinguen sociedades cuya reactivación económica da prioridad al combate al cambio climático, en el diseño de alternativas basadas en el desarrollo sostenible y aquellas que optan por usar herramientas de antaño para crecer y generar empleos.

No es casual que los países que han tenido mayor éxito en paliar la crisis sanitaria son también los que apuestan por el “Gran Acuerdo Verde”, por la definición de modelos basados en la economía circular, la transición energética y la digitalización. A la búsqueda de soluciones en un pasado cuya grandeza descansó en los combustibles fósiles, se antepone una visión de justicia intergeneracional. A la construcción de megaproyectos, se antepone acelerar el despliegue de energías renovables, ampliar la capacidad de almacenamiento y las redes inteligentes. En suma, se impulsa, con apoyos gubernamentales inéditos, la cuarta revolución industrial.

Así, la UE invertirá 750 mmde en tres años. Mientras que en EU, la contienda electoral definirá si sigue con su apego al carbón e hidrocarburos o invierte 2 billones de dólares en energías limpias para electricidad, transporte y edificios.

En México se encuentra 5% del manglar mundial. El desarrollo sostenible del humedal ofrecería seguridad alimentaria, protección a los estragos de temporales, atención al cambio climático y fuente de trabajo para las comunidades locales. No obstante, el gobierno optó por desmontar 300 hectáreas para construir una refinería en Dos Bocas. La apuesta por el petróleo ciega la posibilidad de un futuro más sano, justo y equitativo para los habitantes de las costas.

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