Claves: comunicación, convivencia y confianza
Polo Molina nos ha mostrado cómo se debe trabajar un caballo, sin lastimar y con respeto. Un lenguaje que muchos no aceptan. Esta vez lo visitamos con la finalidad de que nos comparta ¿Por qué los caballos? ¿Qué encontró en ellos? Recurrió a su memoria y no sólo para platicarla, sino que partió de ahí para encaminarse a la respuesta.
Logramos entreverla debido a su manera de ser: tranquilo, amigable y respetuoso. Polo Molina bromea mucho pero no sin antes franquearte, es decir, trata de entenderte para lograr ese acercamiento transparente y cómodo; tal y como lo hace en su trabajo, con los equinos.
“El cariño comienza desde muy chaval, crecí con mi papá y abuelo quienes fueron carniceros entonces, tenían que buscar ganado y yo los acompañaba. Siempre había caballos y me llamó la atención su comportamiento tranquilo y lo que transmiten estos animales. Mi abuelo era caballista y veía el trato que tenía hacia los animales y lo que te proyecta, si le mostramos algo negativo eso mismo nos da. Hay tanta comunicación que se puede tener con el caballo, lo que puedes entender y aprender de él, es algo que no se acaba, no termina. La tranquilidad te la pueden dar muchos animales pero no la he encontrado con otro. Tengo pit bulls, me llevo y comunico bien con ellos, pero no tanto como con los equinos, es inexplicable. Aprendes día a día, son unos maestros, cada caballo que me traen al rancho me enseña algo diferente”.
Nos platicó que convivió con el indio americano.
¿Qué aprendió de ellos? ¿Qué le enseñaron?
El indio americano se acompañaba y trabajaba con el perro; al conocer al caballo se dio cuenta que es mucho más fuerte, le daba mayor tranquilidad para cazar y transportarse, aprendió de él a ser un poco más familiar porque copiaron a las mismas manadas de caballos.
Aprendí del indio americano a esperar que el animal se acerque, que exista confianza, convivencia, comunicación. Desde que veo al caballo sé exactamente qué comportamiento tendrá conmigo y él sabe también el mío al ver cómo entro al ruedo, si uno no transmite miedo el caballo es tan noble que te acepta.
El indio americano me enseñó a respetar al caballo y me gusta la manera como dialogan con el animal que es muy diferente a lo que hacen aquí, que pegamos y luego preguntamos.
Por Jorge Alanis Zamorano
