Después de lo que nos ha estado sucediendo este año entre inundaciones y pandemia, debemos encontrar las rutas que permitan desahogar las oportunidades que en todo momento se presentan, tal y como sucedió con el equipo de acuicultores de tilapia que te contaré a continuación.
Por Jorge Alanis Zamorano
Como muchos productores, Lourdes Cervantes Manzanilla vió afectadas sus ventas debido a que, con la aparición del Covid-19 y la paralización del turismo, hoteles y restaurantes de la Riviera Maya (sus principales clientes) se vieron en la necesidad de cancelar los pedidos que ya tenían realizados… sumándose además los peces más jóvenes que ya venían preparando para la Cuaresma.
Fue así que se les presentó un doble problema, porque además de la sobrepoblación que tenían en las granjas, las tilapias más viejas seguían creciendo y ocupando más espacio. Ante esto, Lourdes no se quedó de brazos cruzados, por lo que poniendo toda la fe y ganas optó por venderla ya preparada y abrirse camino con nuevos consumidores.
Sin duda no se dejó espantar, tomó una acertada decisión y con la ayuda de su familia, se dieron a la ruda tarea de mantener la granja de tilapia al mismo tiempo que la comercializan lista para el consumo. Ella representa a esas personas que no debemos pasar desapercibidas, esas que sin importar lo que suceda a su alrededor, continúan luchando por sus sueños y salen adelante superando las limitaciones que nosotros mismos nos ponemos.
Mujer que inspira y nos recuerda que debemos acercarnos a lo local, pues hoy y siempre nuestros productores nos necesitan así como nosotros a ellos. Dejemos pues, como ciudadanos, que la política y los malos sabores se queden en otros lugares, volteemos a ver a nuestra gente para darle vida a eso que llamamos economía local.
Aquí entonces el ejemplo de este equipo que con su tilapia levanta el rostro viéndonos de frente y ofreciendo de propia mano el buen sabor de un buen pescado; contáctala en Facebook como Ke-Pez MID, pide un platillo con tilapia y disfruta como nunca.
