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Para los paladares aventureros

 

Xix de res y su intenso sabor

Por Jorge Alanis Zamorano

Tenía tiempo que veía en los poblados, incluso en la ciudad de Mérida donde anunciaban “Xix de res” pero desconocía su sabor. ¿De qué se trata? Me preguntaba y como no soy nada remilgoso y como dicen “si quieres conocer bien a la gente del lugar comienza por comer lo que ellos”. 

Fue por azares y la complicidad de la vida que me topé con la familia Lope Caamal, quienes además, son seguidores de la Revista Rural MX. Ellos amablemente me invitaron a probarlo en empanadas.

Nos trasladamos a Kanasín directo al hogar de la familia para compartir la mesa. Es el pretexto para reunirse, deleitarse, alimentarse y convivir. Todo lleva un debido proceso donde más de una persona interviene. No obstante, la espera hace que cada vez más el antojo se agudice al grado de comenzar a verse unos a otros con cara de “¡Ni te atrevas, las primeras empanadas son mías!” -no sé si fui el único que hizo esa cara, espero que no-. Julio Leal Ortiz de Revista Yucatán no dejó atrás la oportunidad y se sumó a la visita.

Quien preparó casi todo fue la señora Bertha y para saber sobre el Xix, la pregunta básica ¿Qué es y cómo es que termina en el traste con todo eso que agrega? Son trozos de res que sale de los cortes (sobrantes) y con su misma grasa lo fríen con sal. Se compra desde 20 pesos el Xix. “Aquí en casa lo picamos para hacerlo más pequeño. Le agregamos rábano, cilantro, limones y preparamos la salsa de tomate. Para las empenadas mezclamos la masa de maíz con un poco de harina de trigo, agua y sal. Teniendo todo listo se hacen las empanadas se fríen y se comen”. 

¿Qué les puedo decir? Es un sabor intenso a res. Tienes que estar listo a no enfrentarte a un sabor ligero, sin embargo, si eres amante de los sabores que ofrece la res puedo decir que es la suma y síntesis en trozos. ¡Me gustó! Sí lo volveré a comer, sin prejuicios, sin problemas.

La señora Bertha nos advierte que al menos ellos no lo comen seguido pues es mucha grasa tanto de la res como el aceite donde se fríe, sin embargo, no dejan pasar la oportunidad para juntarse y saborearlo. 

También me comentó que el costo es igual al de un día de comida debido a la suma de todos los ingredientes (al menos como ella lo prepara). La receta nos confesó, es de su suegra ya que ella lo comía en taco, la tradición familiar de su esposo ha logrado tener continuidad. 

Agradecemos infinitamente la invitación para compartir la mesa  familiar a don Moisés Lope Caamal, a su esposa Bertha María Castillo Uicab, a doña María Uicab Chan, doña María del Socorro Tun Fuentes y, por supuesto a sus dos hijitas.

Fotografías Jorge Alanis Zamorano y Julio Leal Ortiz

 

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