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Alertan riesgo para cosecha de maíz

La pandemia por coronavirus ha puesto en jaque a distintos sectores económicos del país, entre ellos el agrícola, pues a pesar de la llegada del ciclo productivo primavera-verano 2020, campesinos del sur-sureste del país temen no poder solventar las necesidades de sus cultivos, incluso, algunos han optado por renunciar a sus parcelas.

Señalan que desde que las autoridades sanitarias declararon la fase uno de la contingencia, su economía y la de sus familias se ha visto mermada y “conforme avanza el tiempo, las cosas empeoran a pesar de ser la agricultura uno de los pilares para garantizar la seguridad alimentaria y una de las actividades que no deben ser interrumpidas”.

Óscar López Duarte, productor de maíz en el municipio de Briseñas, en Michoacán, es uno de los miles de afectados. Asegura que en los 22 años que se ha dedicado a la tierra, nunca se había enfrentado a una situación similar, “porque el coronavirus no es igual a una inundación ni a una sequía, donde de cierta manera sabes lo que va a pasar”.

En entrevista para MILENIO, explicó que en su región, hay un estimado de 15 mil hectáreas para sembrar, que pertenecen a por lo menos 5 mil productores de granos en un 90 por ciento y de legumbres y árboles frutales en 5 por ciento, respectivamente.

Señaló que ante la tercera fase de la contingencia, solo alcanzará a sembrar el 50 por ciento de sus tierras, lo que significa no tener la producción que tenía contemplada para este año y por lo tanto, no se garantizará el abasto del grano a los compradores.

“Estamos preocupados, es un panorama incierto para nosotros porque no sabemos cómo enfrentar esta situación, sería una afectación grave no poder sembrar este año, todo lo estamos viendo muy incierto, muy catastrófico. Es una situación que afectaría gravemente la economía de nuestras familias y de nuestro estado, que por fin estaba repuntando en cuestión agrícola”, planteó.

Subrayó que el paquete tecnológico que se ocupa para el cultivo de maíz, normalmente requiere de una inversión de 50 mil pesos por hectárea, sin embargo, el precio del dólar ha encarecido los fertizantes y la renta de maquinaria. ​

“Por eso estamos nerviosos porque estamos forzados a producir bastante y para ello es incrementar la inversión, esperamos un año como nunca en cuestión de inversión y de riesgos”, externó.

Alexis Guzmán, originario de Morelos, es otro de los productores que ve un panorama incierto ante la declaratoria de emergencia por covid-19, por ello, decidió abandonar las ocho hectáreas en las que año tras año sembraba maíz y en su lugar, prefirió atender la miscelánea de sus abuelos, que al ser población vulnerable, se habían visto en la necesidad de cerrar y con ello, perder su único sustento.

“Vamos ahorrando conforme se puede, los ingresos que nos llegan son cada seis meses y se van invirtiendo, no hay certeza de nada, la economía esta por los suelos, y si le invierto, hay muy pocas posibilidades de que recupere. Fue una decisión muy difícil pero es mejor dejar la tierra limpia por ahora, la cosa está muy fea y si no mejora, tendremos que buscar otras opciones y en el peor de los casos migrar”, afirmó.

Al respecto, Gerardo Noriega Altamirano, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh) consideró que si los productores se van a la cuarentena, “el ciclo primavera-verano que está iniciando quedaría desatendido y no tendríamos siembras en los meses de septiembre u octubre y ese es un riesgo muy alto”.

“Así como requerimos que los médicos sean el ejército que contenga a esta pandemia, necesitamos que la cadena agroalimentaria no cese actividades, necesitamos que el campesino que pisa el surco siga trabajando”, subrayó.

En ese sentido, alertó que que si los campesinos abandonan sus labores ante la falta de certidumbre y de apoyos, México se verá en la necesidad de importar y el costo de los productos incrementaría, afectando directamente a los consumidores.

“Así como decimos que es prioritaria la seguridad, la salud, el asunto de alimentación, debería ser un tema y en estos momentos, esta seguridad nacional no se ha tocado de esa manera, habría que pensar en una estrategia como la producción de hortalizas, porque los que van a tener los mayores impactos por ese fenómeno de coronavirus, van a ser los mas pobres y así, al menos, ese sector vulnerable tendría alimento los siguientes dos meses”, apuntó.

Piden apoyo del Gobierno Federal

Los productores hicieron un llamado al Gobierno Federal a no abandonar el campo y a apoyar a los campesinos con asesorías para saber como enfrentar la Fase 3 por coronavirus y con recursos para poder solventar las cosechas.

Afirman que el programa referente a los Precios de Garantía, que ha implementado la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ha ocasionado “contratiempos y disgustos”, pues al ser una iniciativa nueva no ha tenido los resultados esperados ni por los pequeños productores ni por las autoridades federales.

En ese sentido, López Duarte, resaltó que el 50 por ciento de los productores de la región de Briseñas, Michoacán, están en un promedio de los 60 a los 80 años y “son personas que ya no pueden estar haciendo fila en un banco o en una bodega haciendo tramites para que vendan su producto”.

“Desafortunadamente es muy entretenido para nosotros cumplir con la norma y mas que nada para recibir el pago oportuno, algunos productores si fueron beneficiados con este programa pero al ser un programa nuevo que no sabían operarlo, fue de muchos contratiempos y disgustos para los productores, los que lo aprovecharon fueron las personas que tienen sus bodegas, están equipados con lo que se requiere para vender a esa cantidad”, expresó.

Por ello, solicitaron al presidente Andrés Manuel López Obrador y al titular de la Sader, Víctor Villalobos “ser escuchados para transmitir la idea, pues se requiere de dar un siguiente paso porque hasta ahorita no nos han funcionado las nuevas ideas que esta implementando este gobierno”. ​

 

 

Fuente: Milenio.

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