El cerdo pelón yucateco o cerdo ibérico, que es un manjar en Europa porque de él se obtienen los mejores jamones serranos, superó la etapa crítica de extinción y hoy se encuentra solamente en riesgo con una producción comercial anual de 1,200 lechones, afirmaron productores e investigadores.
En el marco de la presentación del 5º Congreso Nacional sobre Conservación y Utilización de Recursos Zoogenéticos, organizado por la Red Conbiand (de la cual se informa en nota aparte), Ängel Sierra, investigador del Tecnológico de Conkal, y Sergio Gual Cosío, presidente de la Asociación Porcine, subrayaron que los esfuerzos por recuperar al cerdo pelón empiezan a dar frutos, pero la Península aún está lejos de la plena recuperación y producción productiva.
“Hace 17 años el cerdo pelón era solamente una producción de traspatio de autoconsumo y el cerdo americano o comercial fue ganando terreno, eso hizo que el cerdo pelón se fuera extinguiendo, no hay registros oficiales sobre este cerdo, pero sí se reconoció que estaba en riesgo de extinción en el año 2000; actualmente hay más productores organizados, se empieza a acrecentar la producción, hay más programas sociales que lo implementan desde hace 5 años, como el PESA de la Sagarpa y la FAO.
“Hoy podemos decir que sigue en riesgo, pero ya no de forma crítica, hay un nicho de mercado por atender. Actualmente hay de 30 a 35 productores registrados en 2 asociaciones con 100 vientres, que tienen al año 2 partos de 12 lechones en promedio. Aparte están unos 50 productores que están por su cuenta con una producción de 4 a 5 lechones al año. Se ha ido avanzando”, explicaron Gual Cosío y Ángel Sierra.
En conferencia de prensa, destacaron que el cerdo pelón o cerdo ibérico es el que los españoles usan para hacer los mejores jamones serranos; es el cerdo con mejor sabor y consistencia en la carne y, al igual que en Yucatán, el cerdo americano o comercial ha ido desplazando al ibérico, al grado que en la década de los 70 estaba en peligro de extinción; actualmente el kilogramo de jamón serrano se vende hasta en 120 euros (2,280 pesos), cuando el jamón industrial cuesta 7 euros (133 pesos).
El investigador del Tecnológico de Conkal destacó que hay tres programas de gobierno que han impulsado al cerdo pelón: el de concurrencia la Sagarpa-Seder a través de PESA, el de la Seder y el DIF Estatal.
“Hay un gran potencial que podemos aprovechar con el cerdo pelón; Canadá quiere contenedores de cerdo pelón, pero no hay la producción; es un diamante en bruto que debemos pulir”, comentó Gual Cosío.
Pablo Castro Alcocer, delegado estatal de la Sagarpa, adelantó que el próximo año se apoyará a un grupo de mujeres para que se constituyan oficialmente y produzcan cerdo pelón, acompañadas de un extensionista.
Hoy, en las oficinas de la Seder, a las 11 de la mañana, se abordará el tema del cerdo pelón en el marco del 5º Congreso.
Ayer, el presidente internacional de la Conbiand, Juan Vicente Delgado Bermejo, de origen español, afirmó que España es el segundo productor de cerdo ibérico, sólo superado por Alemania; destacó que no se requiere de programas sociales para reactivar al cerdo pelón, sino de dimensionar su riqueza, su valor y empujarlo: “Cuando los productores comerciales vean la mina de oro que es, entonces van a invertir en esto”, dijo.
“En España, el 80 por ciento del cerdo que se produce es americano o comercial y el resto es cerdo ibérico, que el kilo de jamón se vende entre 90 y 120 euros es un lujo, de ahí salen los mejores jamones serranos”, dijo.
Recalcó que la cochinita pibil de Yucatán es una delicia por el cerdo pelón, y viajar a Yucatán para comer cochinita de cerdo americano, “es como copiar la receta y hacerla en mi casa; lo valioso de la cochinita y el manjar que es la cochinita es por el cerdo pelón, ahí está su riqueza y ésa es la que tienen que valorar, tienen que dimensionar su gran potencial”, insistió.
La extinción de especies criollas no es exclusivo del cerdo pelón; a nivel nacional hay una crisis con los pavos, las gallinas criollas, los bovinos criollos, y ni siquiera hay censos o catálogos de ellos, solamente los esfuerzos de productores e investigadores en Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla y la Península de Yucatán.
