Charrería: patrimonio inmaterial de la humanidad
Especial Rural MX
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a la charrería mexicana, práctica tradicional de comunidades dedicadas a la cría y el pastoreo del ganado a caballo.
Así lo decidió el Comité Intergubernamental durante su reunión anual en Adis Abeba, Etiopía, al considerar que esta práctica tradicional es un “elemento importante de la identidad y patrimonio cultural” de México. “Constituye para estas comunidades un medio para transmitir valores sociales importantes a las nuevas generaciones”, añadió la Unesco sobre esta costumbre de hacer suertes a caballo vestido con traje de charro.
Además de una práctica tradicional de pastoreo realizada en comunidades mexicanas, la charrería es considerada deporte nacional y una de las riquezas históricas y culturales del país.
“Para que el expediente de la charrería mexicana fuera reconocido por la Unesco, se empezó a trabajar desde marzo de 2013, y después de una serie de consideraciones, análisis y la visita de campo que siempre se hace previamente, se aprobó por unanimidad el reconocimiento de esta tradición ecuestre”, señaló Diego Prieto Hernández, secretario técnico del INAH.
El también antropólogo dijo que esta declaración tuvo de fondo un trabajo interesante de vinculación con las agrupaciones de charros, “exportadores de una tradición mexicana viva, rica, que se conecta con diversas habilidades, conocimientos, y sensibilidades que se desarrollan en el altiplano mexicano desde el siglo XVI en la Nueva España con la conformación de haciendas y ranchos”.
“Esta consolidación de espacios –dijo- se fueron nutriendo con distintas culturas vinculadas a la ganadería, sobre todo culturas mestizas y criollas de la Nueva España, que tienen que ver con el uso del caballo, habilidades ecuestres, control y manejo del ganado. El resultado fue un arte, que en el siglo XIX y XX originó la creación de asociaciones de charrería para la conservación de esta tradición”.
¿Qué sigue después de la declaratoria de la Unesco? se le preguntó. “La salvaguarda, es decir, la necesidad de acompañar a los portadores de esta expresión cultural en el fortalecimiento de sus manifestaciones, en el entendido de que cuando hablamos de Patrimonio Cultural Inmaterial éste sólo se mantiene en la medida en que se renueva y revitaliza a los portadores”.
Sobre los lugares en que se practica esta tradición, Prieto Hernández destacó que es en muy distintos puntos de la República, sobre todo donde tienen tradiciones ganaderas: el altiplano mexicano, el centro y norte del país. “Pero en la medida en que se sistematiza y se convierte en una suerte de espectáculo en vivo, puede aparecer en todas partes, en ese sentido se alentará el diálogo con otras tradiciones ecuestres en Estados Unidos y España”.
La Secretaría de Cultura federal dijo, en un comunicado, que esta declaratoria permitirá mayor difusión de los valores que promueve la charrería y se garantizará su transmisión a las siguientes generaciones al permitir la creación de nuevos espacios para su práctica de manera colectiva e individual. Agregó que México cuenta con un total de ocho inscripciones en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, con lo que el gobierno de México refrenda su responsabilidad con la salvaguardia, preservación y revaloración de las tradiciones mexicanas que conforman nuestra identidad cultural.
“Hoy compartimos con mucho orgullo con la humanidad una de nuestras tradiciones más queridas”, subrayó el doctor del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Francisco López, quien terminó su intervención ante los expertos de la Unesco recitando un estribillo popular entre muchos pueblos iberoamericanos: “Y aunque lo quieran o no, ser charro es ser mexicano, sencillo, valiente y sano, franco a carta cabal”.
