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Covid-19 deja a pescadores del oriente sin actividad

En los puertos de la costa oriente las cooperativas resienten más las afectaciones pues llevan varios días sin poder desplazar el producto, esperando que un comprador adquiera lo que hasta hoy tienen en las congeladoras.

“La actividad pesquera está muerta”, afirma Henry Polanco Correa, líder de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas del Oriente de Yucatán luego que se cerrara la exportación de productos pesqueros hacia el mercado extranjero a raíz de la pandemia del Covid-19.

Ante la falta de mercado, algunos cooperativados han decidido paralizar actividades hasta nuevo aviso, sin embargo los que están comprando las especies de escama son los permisionarios debido a que manejan pocos volúmenes del producto.

La dura situación que vive el sector pesquero perjudica principalmente a los hombres de mar, pues ante la falta de comercialización los precios están por debajo de lo esperado.

El ribereño Alberto Bojórquez Canul dice que lo que se captura apenas alcanza para cubrir los gastos de combustible y algunos han optado por no salir porque hay más perdidas que ganancias.

Se queja que los patrones les estén pagando poco y como ejemplo menciona que el mero grande que hasta hace unas semanas se compraba a 140 pesos el kilo, hoy se los quieren pagar a 90 el kilo; el mero mediano, de 120 pesos el kilo llegó a 50 pesos.

Otros productos de escama que reflejan el desplome en sus precios son el boquinete que de 125 pesos el kilo bajó a $50 mientras que el abadejo y negrillo de $190 el kilo hoy se paga en $110.

Por su parte el líder de la Federación en el Oriente señala que esto ya se venía venir desde que Florida cerró la compra, pues es uno de los principales compradores que mueven el mercado.

Explica que tanto el mero como la langosta se desplazan al extranjero mientras que las especies como el canané y el boquinete se distribuye en la región, pero tampoco se compra lo esperado.

Cada cooperativa está haciendo su parte y buscando cómo asegurar su producto ya sea en Progreso o en Cancún, pero está difícil por lo que algunos se han visto obligados a parar actividades hasta que se venda lo que se tiene en bodega.

Incluso dice que Cancún era un mercado que los apoyaba, pero debido a que tampoco hay turismo en la Riviera Maya no hay movilidad, de manera que es una situación que afecta a todos los pescadores del oriente de manera general.

Según dice, en El Cuyo hay un comprador interesado en la escama y la langosta y si en los próximos días se asegura la venta se podría reactivar la actividad.

“Por el momento muy pocos están saliendo y los compradores prefieren pagarlo barato a los pescadores con la esperanza que se pueda vender un poco más caro”.

“Verdaderamente la situación está crítica, la actividad está muerta y no sabemos hasta cuando” expresó.

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Fuente: Diario de Yucatán.

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