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Crean fertilizante natural a partir de la piedra pómez

En 2016 la máxima casa de estudios del estado registró dos patentes por el proyecto de investigación del doctor Said Robles Casolco de Tepoztlán y adscrito al Ciicap.

El estado de Morelos se ha posicionado desde hace varios años dentro de las mejores entidades del país en cuanto a potencial innovador y por ende, patentes solicitadas ante la Secretaría de Economía federal.

Tanto fue así que en el sexenio pasado el aprendizaje y fomento de las patentes tenía su propio mes, “Junio, mes de la patente en Morelos”, con el objetivo de impulsar el talento de jóvenes, niños y científicos para crear ideas innovadoras y convertirlas en inventos a través del fomento a la protección de la propiedad industrial; posicionando a la entidad morelense como uno de los mejores estados a nivel nacional en materia de innovación.

Morelos no sólo genera conocimiento básico sino además el conocimiento aplicado que se somete a la protección de la propiedad intelectual que es producto de la comunidad científico-tecnológica, señala la doctora Karla Graciela Cedano Villavicencio, del área de Difusión y Extensión de la UNAM campus Morelos.

En el artículo Empresa graduada del Centro Morelense de Innovación y Transferencia Tecnológica, de la revista Hypatia, indica que muestra de lo anterior sucedió en 2009 en la delegación Morelos de la Secretaría de Economía, donde se solicitaron 12 patentes: siete por el Instituto de Investigaciones Eléctricas, dos por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua y tres por particulares, compañías morelenses de alta tecnología, es decir, las patentes solicitadas en el estado ese año estuvieron asociadas todas a la investigación y alta tecnología.

“Esto muestra que la madurez de nuestro sistema científico-tecnológico nos permite generar innovación basada en ciencia. Este tipo de innovación se distingue por su alto grado de robustez y flexibilidad, ya que para originarse requiere de un sólido sustrato científico”, afirmó.

La UAEM destaca por ser la institución en Morelos que más patentes genera ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

En 2016 la Máxima Casa de Estudios del estado registró dos patentes por el proyecto de investigación del doctor Said Robles Casolco, originario de Tepoztlán, Morelos y adscrito al Centro de Investigación en Ingeniería y Ciencias Aplicadas (Ciicap), que impulsa el desarrollo de un fertilizante natural y sustentable a partir de piedra pómez y otros materiales porosos de origen volcánico.

En entrevista para la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el investigador explicó que se propone aprovechar eficientemente los nutrientes en el campo, orientado a la remediación de la seguridad alimentaria, teniendo como iniciativa del proyecto que en México existe un grave problema en la seguridad alimentaria.

El investigador realizó un arreglo mecánico a la piedra para después hacerle la integración de material orgánico, encapsularlo y hacerlo un fertilizante para el campo. Este fertilizante es la mezcla de elementos biológicos como el potasio, manganeso y azufre, los cuales se emplean como sustrato para enriquecer la piedra pómez.

Una vez que este mineral absorbe los elementos actúa como un fertilizante que alimenta la tierra de cultivo liberando poco a poco los nutrientes que las plantas requieren durante su crecimiento, además de que, señaló, con el uso de la piedra pómez se puede incrementar de forma exponencial el crecimiento de un vegetal hasta en una semana, mientras que los fertilizantes tradicionales permiten que las semillas germinen hasta en 60 días.

El doctor Said Robles Casolco impulsa el desarrollo de un fertilizante natural y sustentable a partir de piedra pómez.

“Se hizo una mezcla de componentes orgánicos para hacer la integración y una remediación en los cultivos básicos que existen en México, como lo es el maíz y el frijol. Trabajamos en parcelas demostrativas de maíz con este arreglo mecánico. Determinamos que para ciertas características, la mezcla orgánica cumple con los objetivos que hacen el crecimiento a partir del enraizamiento. Nos percatamos que el maíz tuvo una velocidad de crecimiento tan equitativo y capaz como los fertilizantes provenientes del extranjero”, refirió a Conacyt.

Con este proyecto se espera que los campesinos se vean beneficiados al poder obtener un producto que no daña al medio ambiente ni la cadena de evolución de cultivos, como el maíz.

La receta de este abono consiste en utilizar minerales orgánicos con el objetivo de reducir la utilización de químicos, generando alimentos más sanos una vez que llegan al consumo humano. Se pretende que las parcelas estén enriquecidas de tal forma que los cambios atmosféricos no perjudiquen la siembra, la piedra pómez está modificada con nutrientes que ayudarán al organismo vegetal a crecer conforme a su naturaleza sin resentir las alteraciones meteorológicas.

El proyecto del académico cuenta con dos patentes, una por el aporte mayoritario de origen orgánico y otra por el inorgánico, está financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en el que también participaron empresas ubicadas en Veracruz y en Puebla, con el fin de que se desarrollen productos comercializables.

SUSANA PAREDES. EL SOL DE CUERNAVACA.

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