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Las leyes y las mujeres

Al interior del Estado no es igual

Es una realidad, entre más nos alejemos de las grandes ciudades es menos visible un problema social muy presente entre nosotros. ¿Cómo les va a las mujeres al interior del Estado con el tema de las leyes? ¿Se aplican con rigor? ¿Existe justicia para ellas?

Especial Rural MX

En nuestro programa de Rural MX que se transmite en vivo todos los martes y jueves de 9:00 a 10:00 de la mañana, conversamos con la licenciada en derecho Amelia Ojeda Sosa, quien forma parte de la Unidad de Atención Psicológica, Sexológica y Educativa para el Crecimiento Personal (UNASSE), donde atiende a mujeres que están en situación de violencia y otorgan conocimiento sobre derechos humanos, en particular los derechos de las mujeres que no puedan ejercerlos o no tengan ese acceso a la justicia.

El panorama aquí, en la capital, Mérida, la justicia usualmente queda lejana, entonces al interior del Estado debe ser mucho más grave esta situación. ¿Qué nos puede decir desde su experiencia?

“La violencia hacia mujeres en áreas rurales, de las mujeres mayas en sí, es la invisibilidad del problema, sabemos que es grave, la sociedad sabe que existe, pero no hemos querido ver la dimensión de la problemática”, afirma.

“La ley existe, contamos con el código penal tales como: sexuales, de violencia familiar, de feminicidio, y es para aplicarse en todos los casos y a lo largo de toda la entidad. También existe la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado de Yucatán, la Ley de Víctimas de Estado de Yucatán en donde intervienen varias instancias de gobierno.”

Señala que en el caso de la mujer maya hablante, se requiere un intérprete con experiencia y capacitado en términos legales para que pueda explicarle y entienda exactamente qué se le está preguntando para que al describir en su lengua lo que está viviendo sea lo más amplio posible para poder recopilar toda la información y elementos posibles. Si se le explica en español -el cual apenas entiende- y de manera muy técnica, termina sin comprender dando datos insuficientes. Cabe mencionar que sí existen intérpretes, pero no con estas características.

También es importante que quienes atienden esas áreas sepan sobre la problemática de la violencia, estar capacitados para poder hablarle a la mujer, preguntarle sin re-victimizar. Además todo el resto de autoridades e instancias deben saber cómo intervenir, es decir, desde la policía que debe tomar evidencias, hasta la última instancia que debe estar presente en estos casos de violencia.

Menciona que, aunque existen agencias de la fiscalía en el interior del Estado, éstas no son suficientes ya que un gran número de delitos se pierden o quedan impunes porque deben trasladarse a las cabeceras municipales –en el caso de que ahí exista algún módulo o atención directa de la fiscalía-. El traslado implica: tiempo, recursos, cargar con sus hijos, además -en muchos casos- la falta de sensibilidad de los funcionarios públicos. Lamenta que no se logra la protección efectiva para quienes viven la violencia.

De igual manera, puntualiza que se requiere la constante labor de prevención, que además está enmarcada en la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Yucatán. Aclara que se deben hacer campañas e intervenciones estratégicas y adecuadas al contexto, es decir, no llegar con un folleto en español repartirlo a quienes vea pasar y decirles ‘infórmense’, tomar fotos y reportar una campaña de prevención, pues muchas mujeres no saben leer ni escribir y la redacción puede ser incomprensible para esas personas.

“Mira, no puedes ir con una sola campaña ya que una vez que saben qué hacer, van, denuncian, y no son atendidas adecuadamente, sin una respuesta efectiva, por ejemplo, imagina qué sucede cuando llega a su casa al no tener una orden de protección”.

Puntualiza que el trabajo con los hombres es necesario, por eso los programas deben ser específicos dentro de las escuelas para ir trabajando con niños y niñas, más el refuerzo con los programas al público abierto en los municipios encaminados a generar sensibilización y concientización a la comunidad. Es decir, cambiar las conductas aprendidas.

Durante la charla fueron evidentes las carencias existentes para la atención efectiva, no es únicamente la atención directa que se debe otorgar a las mujeres víctimas de violencia, es también la prevención, el cambio de chip y la capacitación a las autoridades.

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