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Mejora tu ganadería. Con la tecnología de la naturaleza.

Especial Rural MX

Cuando escuchamos la palabra “tecnología”, las primeras imágenes que nos vienen a la mente son computadoras, complejos aparatos de comunicación y, en general, aquellos gadgets que nos hacen la vida más fácil; sin embargo, al hablar de “tecnología de la naturaleza” nos referimos a aprovechar al máximo las cualidades que ésta nos otorga para obtener una producción de mejor calidad y, por supuesto, amable con el medio ambiente.

Y es que los suelos en los que se alimenta el ganado han entrado en un círculo vicioso en el que se han vuelto dependientes de fertilizantes, pesticidas y más complementos con impactos negativos en la naturaleza, además de representar un gasto extra para los productores.

Para  conocer más sobre este tema platicamos con el Ing. Gregorio Cabrera, director de Agroinvic y especialista en pastoreo de precisión, quien afirma que lo más valioso que tiene un productor son los microorganismos del suelo, pues son los encargados de fijar los nutrientes para esa raíz que después se convertirá en el forraje que consumen los rumiantes y al final, los humanos terminamos adquiriendo a través de la carne y la leche.

“Esto es el círculo virtuoso de la naturaleza que lastimosamente hemos roto. Anteriormente la ganadería se complementaba solamente con sales minerales, tenían un becerro cada año, no había problemas de prolapsos ni deficiencias, y esto era porque la naturaleza estaba mucho más rica, el suelo estaba intacto; pero hoy desparasitantes tan agresivos como la ivermectina y la doramectina terminan matando estos microorganismos, y se puede ver en el estiércol de las vacas, hay lugares donde pasa hasta un mes y sigue sin reincorporarse al suelo, señal de que el suelo se ha degradado”, menciona Gregorio.

Otro punto importante dentro de este tema de la tecnología de la naturaleza tiene que ver con la correcta termorregulación del ganado. Las condiciones climáticas de la Península exigen que los trascorrales donde beben agua sean zonas de bienestar animal: con buena sombra, que no haya lodo, que no haya piedras, para que durante las horas de estrés calórico causadas por el calor y la humedad, el ganado no gaste más energía de la necesaria.

“Está comprobado que en los climas tropicales como el nuestro, el ganado que se alimenta en una temperatura ambiente superior a los 28 grados termina quemando todo eso en termorregulación, por lo que no está desarrollando más carne ni está generando leche”, subraya Gregorio.

La primera recomendación que nuestro experto hace es la de no cerrarse a llenar las praderas únicamente de pasto, pues Yucatán es rico en leguminosas como el huaxín o el pixoy, las cuales son ricas en proteínas.

“¿Por qué en la Península es tan complicado engordar nuestros ganados? Por la humedad, se requiere mucho más energía para termorregular. Son estos detalles los que nos deben hacer entender que las dietas y el trato a los animales no puede ser igual que en el norte o en el centro del país”, añade.

Asimismo, Gregorio hace hincapié en que una de las claves para lograr un mejor aprovechamiento de los suelos en la alimentación del ganado es justamente utilizar la técnica de pastoreo de precisión, cuyo proceso consiste en condensar al ganado en pequeñas parcelas y por períodos muy cortos de tiempo, acción que se repite hasta que el forraje crezca y esté óptimo para ser nuevamente pastado.

Sin duda, los tiempos actuales nos dictan que el campo necesita reinventarse, o más bien, regresar a sus orígenes más orgánicos y ser más auto sustentable. Si quieres aprender más sobre cómo aprovechar la tecnología que nos brinda la naturaleza, contacta al Ing. Gregorio Cabrera al celular 9999410444 y capacítate para el pastoreo del futuro.

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