La Secretaría de Economía (SE) dio por hecho que México aplicará represalias comerciales contra Estados Unidos por aplicar ciertas normas de etiquetado que afectan sobre todo la exportación de becerros mexicanos, en un caso ganado ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Una vez que cumpla con los procedimientos procesales, México suspenderá beneficios a Estados Unidos por 560 millones de dólares. Para ello considera afectar las importaciones estadounidenses de frutas, verduras, jugos, carne, productos lácteos, maquinaria, muebles y electrodomésticos.
El gobierno mexicano espera que en los próximos días la OMC divulgue un fallo final en favor de México y Canadá en un caso que les permitiría imponer represalias a Estados Unidos por aplicar las normas de etiquetado conocidas como COOL, que también afectan la exportación de carnes canadienses de res y cerdo.
Después de que la OMC confirme que Estados Unidos no modificará su legislación y México someta a consideración de esa organización la lista de productos estadounidenses que afectará, las represalias podrían entrar en vigor antes de que termine el 2015, informó la SE.
En el 2014, las exportaciones mexicanas de becerros al mercado estadounidense sumaron 648,000 cabezas y un valor de 419 millones de dólares.
Las represalias podrían evitarse si Estados Unidos cambia su legislación conforme a las reglas internacionales de comercio. Ya tuvo una oportunidad para hacerlo, tras perder el panel de resolución de controversias en la OMC en el 2012, pero luego reformó la COOL en una forma “más estricta aun” que la medida originalmente impugnada, según Economía.
Las reglas COOL exigen que el producto cárnico refleje en una etiqueta si el ganado del cual deriva nació en México, lo que implica segregar al ganado mexicano del estadounidense a lo largo de la cadena de producción.
Ésta sería la segunda ocasión en que México imponga represalias a su vecino del norte, luego de que en el 2009 lo hizo contra 89 productos estadounidenses (53 industriales y 36 agrícolas) por negarse a abrir el servicio internacional de carga por carretera. Luego ese listado fue cambiado en el 2010, cuando se subieron los aranceles a 99 productos (54 agroalimentarios y 45 industriales) a un rango de entre 5 y 25%, cuyas importaciones totales desde Estados Unidos tenían un valor de 2,600 millones de dólares. Las represalias se quitaron y permanece la apertura bilateral al transporte de camiones. (El Economista)
