Artesanas de Tekax avanzan
Una gran alianza apoya en la transformación de mujeres artesanas para trabajar en equipo y poder comercializar en grande.
¡Un salto cuántico! Las cosas sí se pueden hacer
(Lorena Gamboa)
La Lic. Carmen Lorena Gamboa Sosa de la Asoc. Mexicana de Mujeres Empresarias de Yucatán (AMMEYUC); Lupita Cupul de Red Concreta; el Presidente Municipal de Tekax el Dr. Josué Couoh Tzec y la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTM) trabajan el proyecto “Mujeres Mágicas” donde forman artesanas con enfoque empresarial, enfatizando todo el peso a la palabra, el compromiso y la responsabilidad. Las lanzan a un mercado exigente pero que paga bien, es un salto cuántico a ganar y entregar con calidad el trabajo.
AMMEYUC forma a las mujeres como empresarias, donde ven los resultados de mejora en los productos finales en cuanto a calidad y sobre todo el compromiso para cumplir. “…la única manera de tener un negocio exitoso es que todos los días tengan: orden, supervisión la capacitación. AMMEYUC es una escuela y no de ahora, es de hace 20 años…”. El consejo de la asociación recibe esto como un reto y quiere mostrar que son mujeres comprometidas con el desarrollo del Estado.
Unión que refuerza credibilidad y trabajo
La unión de la UTM, el Municipio de Tekax, AMMEYUC y Red Concreta funciona cuando el municipio contribuye con la gestión de las bordadoras y el soporte económico, además, inscribe a las mujeres artesanas a la asociación. Por su parte, UTM desarrolla las capacidades comerciales de las artesanas; AMMEYUC abre el espacio para la comercialización y Red Concreta se encarga de coordinar el esfuerzo para hacer “Mujeres Mágicas” que no es otra cosa que traer artesanas de las comunidades a la capital e invitar a los meridanos a comprar y hacer negocios con todas ellas. El resultado del primer ejercicio llevado a cabo fue de 50 mil pesos. ¿Qué más se requiere?
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Estar conscientes y sensibilizados
No basta con tener clara la problemática económica por la que pasa nuestra gente al interior del Estado ¿Cuál? Es laboral, de credibilidad a sí mismo, reconocimiento, abandono, promesas incumplidas, confianza, entre otras. Es necesario entonces hacer como las mujeres empresarias: trasladarse fuera de su realidad, de la comodidad de sus despachos, de todo lo que conlleva una ciudad. Llegaron y se sentaron con las artesanas, las escucharon, las vieron, comieron con ellas. No les dieron dinero para apagar una necesidad de ese día, les abrieron camino para llegar con ellas y otras más ya que les quieren comprar el fruto de su trabajo, es decir, se sensibilizaron. No digamos ¡pobres, mira sus carencias! Que ellas y ellos (productores) pongan el precio justo, contrario al maltrecho y malbaratado que tienen y, es que el consumidor final desconoce del trabajo, del esfuerzo y se les hace caro, regatean, incluso como caciques ponemos precio a lo que queremos adquirir. Disculpe usted si suena fuerte pero creo que así es, llegan hasta de otros países a pagar casi nada por los trabajos y ganan un dineral revendiendo en sus tierras argumentando eso precisamente: es el trabajo de mujeres de las comunidades mayas. Seguramente apuntan que en la compra apoyan a la economía de las mismas. Lo vuelvo a pensar y lo sostengo: esta alianza empuja fuerte y sin falsas promesas o apoyos condicionados, sin coyotes abusivos. Hagamos estos ejercicios y finalmente negocios justos donde todos ganan. ¡Buen inicio de año, nos vemos pronto!
Por Jorge Alanis
