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Oídos sordos en tu proyecto

Por Jorge Alanis Zamorano

“Comentarios, consejos y más”

Por muchos buenos comentarios que amigos y familiares te hagan durante el trayecto de tu negocio, éstos no siempre hacen bien a tu proyecto, a menos que sea de alguien profesional, pues al momento de invertir tu dinero necesitas opiniones reales en lugar de solo bien intencionadas.

Muchos hemos visto cómo pequeños emprendedores avanzan a grandes pasos y crecen enormemente, pero de pronto en algún momento dejamos de saber de ellos, no venden más, ya no producen. ¿Qué sucedió? Ocurre que con tantos y tantos consejos terminaron por ahogar un buen negocio, siguiendo a todos y a nadie al mismo tiempo. Claudia Chel, con un gran conocimiento en la práctica del tema, nos comparte algunos puntos a considerar.

Voces externas que no debemos escuchar

Con su formación como Ingeniera Industrial y con la experiencia que le ha dejado Casa Carlota MID, Claudia Chel dice que todos tienen presentes los planes de negocio, la producción, los costos y los pasos, sin embargo, ya estando en la marcha difícilmente te dicen “Aguanta, no escuches esto, mejor vete por este camino; o éste es un buen consejo; o éste de plano nunca lo escuches”, y creo que en ese tipo de cosas también debemos enfocarnos. Cuando uno sale al mercado a comercializar, las cosas se ponen muy diferente de cómo se planteó inicialmente en la cocina, en la granja o en tu mente, y es ahí cuando uno empieza a nublarse y a tener conflictos internos que en realidad no existen y se vuelven como barreras que no permiten que continuemos.

“Le quieres ganar mucho”

“Es común que digan ‘este señor se está pasando con sus precios’, pero lo que no saben es que detrás de ese producto existe más gente trabajando, refrigeradores, envases, insumos, vehículos para entregar el producto a tiempo, eso es el servicio intangible, el valor que no se ve y por eso, por ejemplo, tenemos que una lechuga que no cuesta realmente $10 pesos, es mayor el costo, sin embargo, el comercializador dice que solo pagará esos $10 porque ya otras personas también la venden a ese precio”, menciona Claudia.

Al respecto, recomendó tener mucho cuidado con los comentarios de los ‘coyotes’ y estar seguro de la calidad de tu producto y el costo final que tiene para no fracasar con pérdidas económicas. Los que compran más barato, a la larga están matando un negocio, el negocio de alguien más. El ejemplo claramente lo vive el campo: los ‘coyotes’ compran extremadamente barato y ganan más del 200% en el precio final. No todos los productores son empresarios y necesitamos de comercializadores, pero sí debemos tener mucho cuidado al hacer negocios.

Asimismo, Claudia enlistó las frases más comunes que pueden destruir tu proyecto de negocio:

•          “Te estoy haciendo un favor al comprarte”… no, no están haciendo un favor, no necesitas a alguien que va a rebajar tus costos y que además gane mucho más que tú. No se aparece en tu camino como algo que necesitas, no compres esa idea.

•          “Me decepcionas, pensé que podías hacer un verdadero negocio conmigo”… es meterse con tu persona y es fácil caer. El negocio lo estás construyendo tú y no la otra persona. ¡No te conoce!

•          “Así nunca vas a vender nada; sin mí no puedes hacerla; lo que te ofrezco es muy bueno”… juegan con la necesidad, la negociación no es mala siempre y cuando no pierdas de vista tus costos.

•          “Tu producto es muy caro, nadie te va a comprar”… conocer bien quién es tu cliente es saber que no le vas a vender a todo mundo. Identifica bien al segmento del mercado, tal vez es pequeño, pero con la evolución y el tiempo podrás ofrecer otra línea de productos con otros procesos que permitan tener una segunda línea a costos más accesibles. No te desgastes con personas que no son tus clientes, hay productos con precios para todos los alcances.

Lo que sí debemos escuchar, aquellas voces que te hagan reflexionar sobre lo que estás haciendo, esas preguntas claves que te hacen reaccionar, por ejemplo:

¿Realmente sabes cuánto cuesta eso que ofreces?

Es el momento cuando entra la ficha y piensas los costos de la gasolina, el pago al personal, al señor que cuida el terreno, los insumos, agua, luz, gas. Aunque algún familiar esté ayudando debes pagarle. Saber cuánto cuesta producir o transformar.

No mandes a otros a vender

Cuando comienzas tienes que ser tú el que vende, eso te dará la posibilidad innegable de conocer a tus clientes, pues es el que verdaderamente te enseña lo que necesita tu producto para que no caigas en el error de creer que lo conoces, porque siempre cambian los gustos.

La mejor crítica viene de ti mismo

Hacer hábitos buenos que quiten los vicios de escuchar comentarios negativos y destructivos. No te iguales con otros negocios pero sí cuestiona lo que a ellos les funciona, y cómo un método u otro pueden ayudarte en tu negocio para bajar costos y mejorar ganancias. En sí, es llegar a mejores estándares de calidad y lograr mayor trascendencia comercial, por lo que te convertirás en un empresario activo. Ya estás ahí, haz las cosas bien siempre.

Entérate de la charla completa en nuestro canal de YouTube

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