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Pandemia impacta a apicultores; intermediarios “machetean” precios

Marco Antonio Cupul Ku, apicultor de Dzonot Carretero, Tizimín, no tiene miedo a contagiarse de COVID-19 cuando va a sus colmenas, su preocupación es el panorama complicado que se avecina para los siguientes meses, pues actualmente los comerciantes e intermediarios “machetean” los precios de su producto, no pagan lo justo, usando como pretexto la pandemia. La situación empeora si se añade la sequía, que ha impedido una buena cosecha. Sin el ingreso suficiente, Marco Antonio no podrá comprar insumos para la siguiente producción, y teme tener que dejar la apicultura.

“La pandemia nos afecta psicológica y económicamente. Para ir a vender el producto hay que pensarlo dos veces, sí nos da un poco de miedo, pero como campesinos tenemos que salir a trabajar, a pesar de que haya una enfermedad de tal magnitud”, comenta.

Como él, apicultores integrantes de la Alianza Maya por las Abejas (Kaab Nalo’on) indican que la pandemia los ha golpeado severamente: en esta temporada de cosecha, que abarca desde octubre del año pasado hasta este mes, la recolección ha bajado 50 por ciento, además que tienen que mal vender su producto por los “coyotes”; aunque dicen que estos problemas se han tenido desde hace tiempo, con la contingencia sanitaria se agudizaron.

Indican que no han tenido respaldo de ninguna autoridad, lo que ha ocasionado que muchos abandonen la apicultura pues ya no les es redituable.

Kaab Nalo’on, además de pedir apoyos en insumos para continuar con la producción, también hace un llamado para valorar la apicultura y darle a las abejas la debida importancia, pues son vitales para la conservación del medioambiente.

Ni nubes de esperanza

Cupul Ku comentó que por la pandemia, aunado a las sequías, los apicultores no han podido adquirir insumos suficientes, además que los compradores se aprovechan de la situación y no quieren pagar lo justo por su producto, con la excusa de que “no hay mercado ”.

En su zona, actualmente, están comprando entre 25 y 28 pesos el kilo de miel, cuando el año pasado pagaban hasta 40. El nuevo precio no es redituable, ya que tiene que pagar a sus empleados y otros elementos que requiere. Sin embargo, tiene que resignarse y vender a un precio más bajo para poder subsistir.

Refirió que la Alianza ha luchado en busca de nuevos mercados y busca influir en políticas públicas para la creación de programas para apoyar a los apicultores, sobre todo en esta temporada difícil. Por ejemplo, el apicultor solicita un seguro para afrontar la escasez o algún subsidio para esta pandemia.

Además de ser apicultor, trabaja en la parcela y en la milpa para tener autosuficiencia alimentaria, lo que garantiza la superveniencia de sus comunidades, especialmente en estos momentos.

Precios “tumbados”

“La apicultura ha sido golpeada por la pandemia, han tumbado los precios”, reflexionó Jorge Pech Martín, del ejido Ich Ek, en Hopelchén, Campeche, quien indicó que los centros de acopio ponen varios pretextos para no pagar el precio real, como que la miel está húmeda. “Un precio de 18, hasta 12 pesos, no es redituable para nosotros. Se están aprovechando de la pandemia, están macheteando al apicultor”, expresó.

Si no venden, no pueden pagarle a sus empleados, por lo que tiene que optar por “mal vender” el fruto de un año de trabajo. Aunado a esto, los tres órdenes de gobierno han sido insensibles ante esta situación, por lo que muchos de sus compañeros han querido renunciar a la apicultura.

La temporada de cosecha termina este mes, pero necesita alimentar las colmenas.

“Me preocupa, porque si mal vendimos la miel, no vamos a tener dinero para comprar azúcar o para subsidiar su siguiente producción, eso es un riesgo”, advirtió y pidió a las autoridades correspondientes que verifiquen esta situación.

Diego Collí Chan, apicultor de Izamal, indicó que por la pandemia no han podido salir a trabajar libremente debido a las medias que se han implementado, por lo que el acopio de miel ha bajado considerablemente, para esta temporada normalmente juntaba unas 8 toneladas, pero ahora sólo ha podido recolectar la mitad, además que necesitan salir a comprar cajas, bastidores, hojas de cera y demás equipo, pero no les dejan salir.

No obstante, indicó que esto no sólo se debe al COVID-19, sino ha sido un problema que han enfrentado desde hace años debido al cambio climático lo que ha generado la prolongación de sequías, y que repercute al sector. “La pandemia vino a complicar más la producción de miel”, afirmó.

En la alianza han conformado una cooperativa en el pueblo, pero son muy pocos, y deben vender su miel con otros comerciantes, pero están pagando un precio injusto, alrededor de 25 pesos, cuando el año pasado se pagaba hasta unos 35 pesos, aproximadamente, aunque el precio varía mucho, pero nunca había estado tan bajo.

Collí Chan solicita apoyos de los gobiernos para poder tener mercados y lugares donde puedan comercializar sus productos a precios justos, además de apoyos para comprar insumos y demás materiales, para su siguiente producción y alimentación de las colmenas, ya que esta pandemia los ha impactado severamente. “No hay dinero, ¿cómo vamos a comprar?”, cuestiona el apicultor.

Práctica ancestral perjudicada

Koolel Kab (Mujeres que trabajan con abejas) es un grupo de mujeres mayas de Ich-ek, Hopelchén, Campeche, que se dedica desde hace más de 20 años al cultivo y conservación de la abeja Xunan Kab, conocidas como meliponas o abejas sin aguijón, elaboran productos derivados de la miel; asimismo, independiente del trabajo que hacemos con las abejas todas se dedican a otras actividades como el trabajo de traspatio, a las artesanías, bordado a punto cruz y corte y confección.

La comercialización de sus productos, en su mayor parte se hace a nivel local, regional, pero igual cuentan con visita de operadores turísticos y extranjeros que ingresan a la comunidad, conocen a sus abejas y compran sus productos, sin embargo, debido a la pandemia todo esto se ha parado, indicó Ley Pech Martín.

“No estamos comercializando nuestros productos, esto ayudaba al sostén de nuestras familias, y no sabemos hasta cuanto vamos a poder retomar nuestra actividad, nos vemos afectadas por todo esto”; lamentó. Somos de los sectores que más afectación tiene por la pandemia, hay desempleo en la comunidad y pobreza, añadió.

Para la mujer la meliponicultura es de suma importancia, pues las abejas nativas polinizan plantas, algo que las apis melliferas no hacen, por otra parte, transmitir el conocimiento a nuevas generaciones genera arraigo de nuestros hijos en las comunidades; genera autoempleo, “las propiedades de la miel se usan para curarnos y esto es muy importante que se conozca”.

Los apicultores esperan que las autoridades intervengan para regular la situación para que los comerciantes e intermediarios no se aprovechen de la situación para no ofrecer un precio justo por su producto, además de otros apoyos para seguir con su práctica que es amenazada por plaguicidas, agroquímicos, sequías y ahora por un virus mundial.
Cabe recordar que el gobierno de Yucatán anunció diversos apoyos para el campo:

Se otorgarán ayudas económicas para adquirir equipos, insumos, maquinaria o herramientas. Están dirigidos a apicultores, avicultores, porcicultores, ganaderos en general, agricultores y mujeres campesinas. Según sean pequeños o medianos productores, el monto va de 5 mil a 25 mil pesos. El presupuesto de estos apoyos es de 25 millones.

Créditos a los sectores agrícola y pesquero, con tasa cero de interés hasta el 31 de diciembre del 2020, y con 4 meses de gracia en el pago de la primera mensualidad; es decir, comenzar a pagar en septiembre. El objetivo de estos créditos es que estos sectores no frenen sus producciones. El presupuesto de estos apoyos es de 10 millones de pesos.

Apoyo para Unidades Productivas Campesinas e Insumos Rurales. A través de este programa se entregarán, de manera directa, insumos y apoyos de hasta 5 mil pesos a apicultores, avicultores, porcicultores, ganaderos, agricultores y mujeres campesinas. El presupuesto de estos apoyos es de 5 millones.

 

 

Fuente: La Jornada Maya.

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