“Que la pandemia sea una reflexión de cómo hemos sido irrespetuosos con la naturaleza”

ISAAC TORRES CRUZ. CRÓNICA.

Tenemos que comenzar a cambiar la forma en la que actuamos y repensar la forma en que vivimos, señala Jane Goodall, con motivo del Día de la Tierra. La ONU llama a tomar conciencia de la crisis climática. “Hay otra emergencia profunda, la crisis medioambiental planetaria que está en curso”

La gran esperanza después de la pandemia, es que esta vez pongamos atención en sus causas por la falta de respeto a la naturaleza y los animales, así como a la destrucción del medio ambiente, forzando a los animales a tener un contacto más directo entre ellos y, a su vez, con los humanos, señaló Jane Goodall, en una videoconferencia realizada para conmemorar el Día de la Tierra, festejo que ayer llegó a su 50 aniversario.

Después de sus aportaciones clave en el estudio del comportamiento de los chimpancés, Jane Goodall se ha vuelto una incansable activista y defensora del medio ambiente; a través de su instituto, programas y conferencias que ha realizado alrededor del mundo, la científica inglesa ha buscado detonar la conciencia sobre nuestro entorno. Éste es un recordatorio apremiante y urgente ante la depredación del medio ambiente, el consumismo y ante la emergencia por la pandemia del COVID-19.

“El tráfico, la caza, la matanza, los mercados mojados —del tipo asiático donde se vende comida animal—, la agricultura animal intensiva, los animales domésticos, todo eso está creando las condiciones para que virus salten de unas especies a otras”.

José Sarukhán, el ecólogo vivo más importante de México, hizo la misma reflexión el lunes pasado durante su conferencia virtual en El Colegio Nacional, Biodiversidad y salud humana, donde recordó que el 75 por ciento de las enfermedades infecciosas que afectan al ser humano ha vivido antes en otras especies y que la destrucción de los ecosistemas ha aumentado la transmisión de patógenos a nuestra especie. “No son bichos que encontraron una especie llamada Homo sapiens, vienen de otras que habitan los ecosistemas que hemos destruido”.

Nuestra forma de consumo, como el que se practica en los mercados mojados a los que se refiere Goodall, es una evidencia del daño “ignorante de gente que no le importa afectar la biodiversidad ni la salud humana con tal de satisfacer un capricho”, puntualizó el exrector de la UNAM.

ESPERANZA… Sin embargo, para los científicos, la esperanza es haber aprendido la lección esta vez.

“Cómo espero que el mundo cambie y cómo lo hará, son dos cosas diferentes”, dijo Goodall. “Es probable que millones de personas, especialmente las que viven en ciudades, hayan experimentado, por primera vez, cómo es respirar aire fresco, ver las estrellas de noche e incluso ver animales salvajes cerca de su barrio. Pienso que ésas y otras personas han visto esto como una llamada para despertar su conciencia sobre cómo hemos sido irrespetuosos con la naturaleza. Tenemos que comenzar a cambiar la forma en la que actuamos y a repensar la forma en que vivimos”.

Añade que debemos dejar el consumismo y materialismo que pone el desarrollo económico por encima de la protección ambiental, lo cual está dañando el futuro de generaciones humanas y animales.

Con motivo del estreno del programa televisivo Jane Goodall: La esperanza, hoy a través de National Geographic, la revista Scientific American, recoge algunas reflexiones del encuentro digital con la etóloga, las cuales culminan poco esperanzadoramente.

¿Habrá un cambio radical? “El miedo es que tenemos muchos líderes políticos en el mundo en este momento y me temo que querrán regresar a los negocios lo más rápido posible e incluso redoblar las actividades para recuperar el tiempo perdido”.

EL PELIGRO MÁS GRANDE. En el marco del Día de la Tierra, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, lanzó un llamado a la toma de conciencia a la que se refiere Jane, y pensar en el peligro mayor que la humanidad enfrenta, incluso más que la actual pandemia.

“En este Día de la Tierra, todos los ojos están puestos en la pandemia del COVID-19, la prueba más grande que hemos enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial (…), así como sus impactos y consecuencias…

“Pero hay otra emergencia profunda, la crisis medioambiental planetaria que está en curso. La biodiversidad está en profundo declive y la disrupción del clima nos acerca a un punto de no retorno”. Enfatizó que debemos actuar decisivamente para protegernos del COVID-19, pero también el cambio climático.

Dijo que esto requiere una toma de conciencia sin precedente, por lo que debemos ver la recuperación después de la pandemia como una oportunidad para hacer las cosas bien para el futuro.

Para lograr lo anterior, Guterres y la ONU proponen seis acciones: Uno: Generar una economía, trabajos y negocios encaminados a una transición verde; dos: éste debe incluir el dinero de los contribuyentes.

Tres: El poder fiscal debe hacer un cambio y pasar de una economía gris a la economía verde, y así generar sociedades y personas más resilientes.

Cuatro: Los fondos públicos deben usarse para invertir en el futuro, no en el pasado, rumbo a sectores y proyectos que ayuden al medio ambiente y el clima. “El combustible fósil debe terminar y quienes contaminen el planeta deben pagar por ello”.

Cinco: El riesgo climático y sus oportunidades debe ser incorporados al sistema financiero, así como todos todos los aspectos de política pública e infraestructura.

Seis, refiere que las sociedades requieren trabajar juntas como una comunidad internacional.

“Estos seis principios constituyen una importante guía para recuperarnos de mejor forma, juntos. Porque los gases de efecto invernadero, así como los virus, no respetan fronteras. En este Día de la Tierra, únanse para demandar un futuro saludable y resiliente para las personas y el planeta”.