Valora el trabajo del campo
Por Jorge Alanis Zamorano
Vanya tiene 11 años y trabaja con su familia. La empresa está conformada por su mamá, hermano y ella. Me cuenta que cada uno tiene su rol bien establecido. A ella le toca hacer una exquisita salsa con la receta de su abuelita. Bajo la supervisión de su mamá es que realiza, con los insumos del campo, su salsa de chipotle dulce. Dice que todo lo que ocupa es enteramente natural: ajo, cebolla, zanahoria, piloncillo, chile chipotle.
Asegura algo muy importante: “Es bueno que la gente del campo haga bien su trabajo porque así puedo entregar un producto de buena calidad. Yo trabajo en DI-VA Salsas y lo que hago es muy importante como lo que hace mi hermano y mi mamá”.
Su mamá hace la salsa macha y su hermano la de rajas con piña y entre los dos hermanos hacen la de chimichurri. “Todas nuestras salsas se elaboran con la producción del campo”. A ella le gusta mucho su trabajo y eso no quiere decir que dejó la escuela. Se dio cuenta de la preocupación de su mamá, pero antes le hice la pregunta sobre si era obligada o algo parecido diciéndome que no, que colabora para el sostén de su familia. Me contó que el proyecto nace a partir de que su mamá estaba “al borde de la desesperación” ya que el día que ella falte deben estar preparados para salir adelante y por lo que veo el entrenamiento para la vida está de lujo.
El mensaje que Vanya nos regala es: “Yo intento motivar a los de mi edad a que no todo es teléfono celular, tableta, computadora, se pueden hacer otras cosas como cocinar, ayudar a los papás en los quehaceres, las compras. En resumen, si aprendes a hacer más cosas además de estar en el teléfono o la computadora, puedes evolucionar”.
A los chavos del campo les envía otro mensaje: “Péguense más a sus papás para que les enseñen a cultivar estas deliciosas zanahorias. Yo valoro mucho el trabajo que hacen porque sin ustedes (la gente que cultiva) no tendría estos deliciosos productos que transformo en salsas y no sería feliz como ahora”
