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Una nueva generación de ganaderos

Salvador Pérez Arjona del rancho Rosarito de Tizimín, Yucatán, es un joven de 25 años, abogado de profesión pero ganadero de corazón, le gusta la vida del rancho, amante absoluto de la vida del campo y todo lo que le proporciona. Él es de la nueva generación de ganaderos, criador de Beefmaster, una raza que promete todo. Su familia lleva 20 años manejando esta raza y la Charolais.

Especial Rural Mx

¿Quiénes hicieron Xmatkuil?
Los que hicieron la feria fueron los ganaderos hace 40 años, que arrancó como una exposición meramente aislada. Luego se fue integrando poco a poco hasta convertirse en la ciudad que es hoy Xmatkuil.

Hay buen precio en cría, en engorda, en destete, en la vaca… es decir, vive tiempos especiales el ganado hoy en día en nuestro país y en Yucatán, particularmente.
Así es, la ganadería yucateca se ha revaluado. Es una actividad que a lo largo del tiempo ha sido un poco marginada pero hoy en día está rindiendo frutos.

¿Qué opinas de la repoblación del hato ganadero? Porque de pronto salen los camiones llenos de ganado pero hay que volver de nuevo al origen, hay que empezar a trabajar en la reproducción.
Así es y creo que se han implementado varios programas, que el gobierno tiene muy bien puestos los ojos en eso para no dejar caer la ganadería yucateca.

¿Qué producen en el rancho?
Nosotros tenemos lo que es el Beefmaster y el Charolais de registro y manejamos el ganado comercial pie de cría.

La apuesta genética sigue siendo importante.
Claro, nosotros al día estamos experimentando y poniendo en práctica que es mejor vender ahora destetes que poner a vender engorda.

¿Ustedes son de los pioneros de Beefmaster en Yucatán?
Así es. La Beefmaster es una raza que se crea en 1931 en el sur de Texas por Tom Lasater. Él estaba buscando que la ganadería tuviera más producción cárnica, entonces cruza el Brahman con el Shorthorn y con el Hereford, creando el 50% de Brahman, 25% de Hereford y 25% del Shorthorn, y las características de esta raza son la rusticidad, mansedumbre, fertilidad, producción lechera y peso cárnico. La hemos manejado desde hace 20 años y nos ha rendido muy buenos frutos.

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