El empresario al iniciar un proyecto puede tener altas y bajas, pero una vez que encuentra la clave del triunfo, todo pareciera más fácil, sin embargo, siempre existirán altas y bajas, lo importante es saber convertir todas las debilidades en fortalezas. Para Roberto Gónzalez y Enrique Soto no fue fácil descubrir ese secreto, a base de esfuerzo y trabajo, pero sobre todo, perseverancia, encontraron la llave del éxito.
La producción de alevines de tilapia es un mercado creciente, cada vez cobra más fuerza. Las granjas de engorda de tilapia están comenzando a demandar más y más, esta es una oportunidad que vieron estos dos empresarios, que en lugar que competir, decidieron hacer válido el refrán: La unión hace la fuerza. Roberto y Enrique platicaron con Rural MX sobre la fórmula del éxito.
Enrique Soto es Ingeniero en Biotecnología Acuícola por la Universidad Autónoma de Guadalajara y se ha
desarrollado a lo largo de 19 años en diversas empresas del ramo acuícola desde camarón hasta la tilapia con la cual ha laborado 15 años en diferentes áreas de producción. Durante estos años he experimentado altibajos del sector acuícola lo que le ha preparado para asumir los retos que se presenten.
Roberto Gónzalez es Administrador de Recursos Naturales por la Universidad Marista, muy acorde para la administración de una empresa del sector acuícola, aunque su formación laboral inicial fue en una empresa del área avícola en la cual le brindaron la confianza para liderar en el sector hace más de 10 años, por los que los considera sus maestros de la vida real, y un claro ejemplo del trabajo en equipo y división de funciones.
¿Cómo se definen personalmente?
En lo profesional como visionarios, porque buscamos y anticipamos las áreas de oportunidad; emprendedores, por tomar decisiones e iniciativas aunque presenten dificultades o altos riesgos; y persistentes, no le tememos a los desafíos, cuando nos fijamos una meta llegamos a ella aunque nos lleve tiempo y esfuerzo.
No se alcanza el éxito sin tenacidad y constancia. La olerancia, conciliación y negociación nos han distinguido y lo hemos aprendido en los últimos años, con una comunicación siempre abierta facilita alcanzar los objetivos y trabajar en equipo.
¿Cuáles han sido las virtudes que los han convertido en hombres exitosos?
Siendo creativos, asumiendo riesgos, pero con el conocimiento necesario para enfrentarlos siempre con una actitud positiva, y sobre todo la capacidad de identificar las oportunidades, ya que como dicen solo se presentan una vez.
¿Consideran que se pensó estratégicamente para crear esta empresa?
Al inicio no hubo mucha estrategia, aún no identificábamos nuestras fortalezas y debilidades, seguíamos ambos de todólogos y conociéndonos día a día; hasta finales del primer semestre de estar trabajar juntos realizamos un análisis de nuestras aptitudes y definimos puestos con responsabilidades, en ese punto, ya se pensó estratégicamente; fue el inicio y la creación de nuestra empresa.
¿Qué es lo mejor para ustedes al ser empresarios?
Lo mejor son las posibilidades de desarrollo que tenemos, somos personas con espíritu independiente y el ser empresario nos permite aplicar nuestros planes con libertad sin limitarnos a cumplir una función específica de un puesto de trabajo y podemos apoyarnos con personas talentosas para formar equipos de trabajo que potencialicen nuestras posibilidades de desarrollo.
¿Cómo se han adaptado a los cambios?
El primer cambio fue de empleado a empresario y luego tener un socio que antes era tu competidor. La base es comunicación adentro y fuera de la empresa, entre socios y clientes, aprender a escuchar las necesidades del otro, eso es lo que nos ha permitido adaptarnos a los cambios cruciales.
En el momento más crucial para la empresa, ¿cómo se vieron ante esta situación?
Según recuerdo llevábamos trabajando juntos no más de tres meses, aún no consolidábamos la empresa actual, nos habíamos divido áreas de producción cada quien con su propia gente, uno produciendo crías y otro en la engorda, bastantes desorganizados, sin un rumbo claro y sin muchas reservas financieras. Yo digo que fue la prueba de fuego, donde nos sinceramos en las debilidades mutuas y reconocimos nuestras aptitudes individuales. Humildad para reconocer que no puedes solo y requieres apoyo.
“El fracaso no es opción, ya cometimos los errores que nos pudieron llevar a él; los hemos superado y aprendido de ellos.”
¿Qué harían si en este momento fracasara la empresa?
No lo considero, el fracaso no es opción, ya cometimos los errores que nos pudieron llevar a él; los hemos superado y aprendido de ellos. Cuando cuentas con un equipo sólido, capacitado, con experiencia y con dedicación es difícil fracasar.
¿Qué tipo de innovaciones han realizado para generar ventaja competitiva en el mercado?
Primero aplicamos ideas heredadas de nuestras empresas anteriores ofreciendo un producto de acuerdo a las necesidades de nuestros clientes, que nuestra competencia no puede ofrecer; ser facilitadores de relaciones comerciales entre nuestros clientes y proveedores, orientando al productor sin acceso a información sobre equipos y técnicas de manejo. Dar un servicio integrado en la venta de crías y en el caso de la Tilapia finalizada hemos creado sociedades comerciales para puntos de venta dentro de la ciudad.
¿Cómo ves el futuro de la Tilapia?
R: Con retos y oportunidades. A nivel local falta conocimiento del producto, pero es una realidad que el mar ya no da el pescado que daba antes, por lo que hay que considerar a la Tilapia como un producto sustituto. A nivel nacional la falta de diferenciación entre el producto silvestre y el de cultivo nos pone en una desventaja a los productores ante los pescadores de tilapias de presas y ríos. Sin embargo, las cadenas supermercados ya están disminuyendo las compras de tilapia importada, ahí está la oportunidad de ofrecer un producto que cumpla con los requisitos que requieren estas cadenas y darle valor agregado a la producción.
