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Urgente cuidar la pureza de la miel

Urgente cuidar la pureza de la miel

Por Jesús F. Martínez-Puc, Luis R. Martínez-Pérez de Ayala,
William Cetzal-Ix & Noel A. González-Valdivia

La apicultura es una de las principales actividades agropecuarias generadoras de divisas a nivel nacional. Existen aproximadamente 40,000 productores que manejan alrededor de dos millones de colonias, de las cuales obtienen ingresos para mejorar la calidad de vida de sus familias. En general, en el manejo apícola se hace necesario utilizar diversos compuestos químicos para el desarrollo de tres actividades principales:
1) La conservación de los panales
2) El complemento alimentario
3) El control de enfermedades y parasitosis.

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El uso inapropiado de los productos químicos en estas actividades puede contaminar la miel y/o la cera.
Una práctica básica en la apicultura es la utilización de hojas de cera estampada para la construcción de panales. Estas actúan como almacén y soporte de alimentos para las abejas y de casa para las crías, las cuales deben mantenerse libre de plagas. Para este fin se usan productos químicos, un ejemplo es el “Paradiclorobenceno” en el control de la palomilla de la cera (Galleriamellonella), sin embargo, estos químicos pueden contaminarla e incluso afectar la miel dentro de las celdas. La detección de estos residuos químicos con frecuencia en altas o bajas cantidades puede ocasionar el rechazo de los productos en el mercado nacional e internacional.
Por otro lado, la suplementación con alimento artificial autorizado es principalmente azúcar (carbohidratos) y la levadura de cerveza (proteína). La contaminación por la vía alimentaria puede originarse por la aplicación de suplementos o complementos alimenticios no autorizados, como sustitutos de leche para becerros adicionados con antibióticos (Oxitetraciclina, etc) y el suministro de dulces o golosinas con saborizantes, colorantes y conservadores.
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La contaminación debido al tratamiento de enfermedades y parasitosis proviene de los residuos aplicados principalmente en el control de la varroosis (causada por el ácaro Varroa destructor). Los principales químicos desarrollados para el control de este ácaro se encuentran el fluvalinato (Apistan®), la flumetrina (Bayvarol®) y el amitraz (Apivar®). No obstante, algunos productos químicos son tóxicos para las abejas y el apicultor, así como también se corre el riesgo de contaminar la miel y la cera de la colonia tratada.
Es importante destacar que la miel producida en la península de Yucatán es considerada como la mejor del mundo, esa calidad debe mantenerse mediante la realización adecuada de las tres actividades mencionadas. Particularmente del uso racional de los productos químicos autorizados para la actividad apícola.

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