RÍO LAGARTOS, Yucatán. Para el veterano pescador Cesáreo Cabrera May, la veda de especies como el mero, el pulpo y la langosta puede sustituirse con la pesca de otras especies populares que les permitan obtener el sustento de su familia.
“Veo que ahora los de Dzilam de Bravo y esa región están pidiendo que se autorice la captura de pepino de mar, pero eso únicamente representa permitirles a los potenciales pescadores, parientes de políticos, que puedan desplazar el producto que almacenan en sus bodegas y que sacaron de manera ilegal”, afirmó.
El porteño añadió que existen otras opciones para evitar que los pescadores se queden sin llevar la comida a su casa, pero también hay que buscarle un mercado productos pocos conocidos como el chacchi, canané, pargo, entre otras especies.
Considera que algunos pescadores dejan momentáneamente sus redes porque se dedican a pescar cazón, “empiezan con buen precio, pero luego en las cooperativas ven que le está yendo bien y le bajan el precio”.
En la orilla del malecón recién remodelado hay cerros de redes que los hombres de mar han bajado de sus embarcaciones desde que entró en vigor la veda del mero el 1 del mes en curso y que concluye el 31 de marzo.
Algunos aprovechan este lapso para reparar sus artes de pesca, principalmente redes, para que al concluir la temporada prohibida estén en óptimas condiciones para retomar su actividad.
Por el momento, son pocos los que se aventuran en busca de especies de escama, cuya captura está permitida y les genera algunos ingresos económicos.
Durante este tiempo también están sujetos a las disposiciones de las autoridades municipales para realizar labores fuera de lo que común, como la limpieza del puerto, a cambio del incentivo económico que reciben del gobierno del Estado.
ISAURO CHI DÍAZ. DIARIO DE YUCATÁN.
