Las abejas que se trabajan en México no son nativas, se trajeron de Europa en la época de la Colonia, después con el proceso de la africanización cambió la apicultura.
XALAPA, Veracruz. “Yo no me canso de decir que la abeja africanizada es una super abeja, muy trabajadora y la miel que produce es de tan buena calidad como la de las abejas europeas”, asentó el apicultor Ricardo Quiroz Reyes, quien añadió que diseñada la abeja africanizada para crecer más rápido y abandonar sus colonias, “bien trabajada puede darnos, por el tipo de clima hasta más producción, no dejando atrás a la europea, porque también tiene mucho que ver la mansedumbre”.
Por su parte, el biólogo Fortunato Ruiz de la Merced compartió que los enjambres de abejas africanizadas se están transformando para ponerlas a producir, pues con el proceso de la africanización cambió la apicultura y se tuvieron que adaptar algunas cosas en el manejo para producir miel y que no se perdiera la apicultura como sucedió en algunos países de Centro o Sudamérica que ya no la producen.
Quiroz Reyes puntualizó que bien manejadas ambas abejas dan el híbrido que no hizo daño a la apicultura veracruzana porque México estaba bien preparado para recibir a las africanizadas. No hay diferencia en la calidad de la miel, la hay en el manejo porque se le debe tener un poco más de cuidado; la europea se puede manejar mejor y la africanizada no es tan fácil, por lo que se debe empezar a implementar planes de manejo que den un poco más de acercamiento con las europeas, como tratar de cambiar reinas, tratar de controlar poblaciones de zánganos y hacer el manejo para ganar mansedumbre, pero tener las características de trabajo que tiene la abeja africana.
Destacó que cualquier apicultor de Veracruz cuenta con toda la capacitación y experiencia para poder manejar a las abejas africanizadas, lo que hace falta es capacitar a los cuerpos de seguridad porque ha habido cursos pero no les han enseñado cómo sacar un enjambre sin atentar contra la población civil.
Ambos forman parte de un equipo que trabaja para el Inecol y se dedican a rescatar nidos de abejas africanizadas, las que ponen en una caja, la cierran y se llevan, en los casos donde es más difícil recuperar el nido se busca a la reina, se le coloca en una cajita, y ahí automáticamente llegan todas las obreras, pero cuando no se encuentra a la reina se pasa todo el panal a la caja y ahí se deja para que las abejas empiecen a adaptarse y cuando ya se han establecido sus roles de vida, la sellan y llevan al apiario con otras abejas, donde se va trabajando como las otras.
El biólogo comentó que cuando la gente les pide ir a rescatar un enjambre, casi siempre son abejas africanizadas, por lo que como apicultor decide si les cambia la reina o no y cómo las trabaja.
Asentó que a las abejas africanizadas se les puede transformar y ponerlas a trabajar. Es muy interesante, señaló, porque la relación que existe entre abejas y humanos data de la época de las cavernas cuando el humano vivía en las cuevas que buscaba la miel como parte de su dieta.
Las abejas que se trabajan en México no son nativas, pues se trajeron de Europa en la época de la Colonia, después con el proceso de la africanización cambió la apicultura y se tuvieron que adaptar algunas cosas para que no se perdiera la apicultura como sucedió en algunos países de Centro o Sudamérica.
Ricardo Quiroz recordó que la africanización se dio en la década de los 60 del siglo pasado, que empezó con algunas reinas de abejas africanas que se trasladaron a Brasil y que a México entraron en 1986 por Chiapas y avanzó por todo México puesto que ya llegaron a Texas.
Entre más calor, mejor les está y México es un nicho perfecto para su proliferación, pero gracias a que el país estaba preparado su producción no decayóRicardo Quiroz Reyes | apicultor
A pesar de que sí afectó a la apicultura, ésta no desapareció sino que le ayudó a transformarla y a mejorar la producción, siempre y cuando el manejo sea el adecuado, concluyó.
POR CELIA GAYOSSO. DIARIO DE XAPALA.