En casi dos semanas de actividades, sólo se ha logrado la captura de aproximadamente una tonelada de langosta en Chiquilá, debido a que el producto está escaso, sostuvo el Presidente de la Cooperativa “Chiquilá”, Jesús Valerio Aparicio, quien confió en que pronto mejore la captura de este valioso producto para aprovechar el precio que actualmente tiene en el mercado.
La temporada de captura del crustáceo comenzó apenas este 1 de julio y lo hizo en medio de las afectaciones por las lluvias; sin embargo, en los siguientes días ha prevalecido un clima que ha permitido a los pescadores bucear y capturar langosta, aunque no ha sido lo esperado.
En casi dos semanas de actividades, sólo se ha logrado la captura de aproximadamente una tonelada de langosta en Chiquilá, debido a que el producto está escaso, sostuvo el Presidente de la Cooperativa “Chiquilá”, Jesús Valerio Aparicio, quien confió en que pronto mejore la captura de este valioso producto para aprovechar el precio que actualmente tiene en el mercado.
La temporada de captura del crustáceo comenzó apenas este 1 de julio y lo hizo en medio de las afectaciones por las lluvias; sin embargo, en los siguientes días ha prevalecido un clima que ha permitido a los pescadores bucear y capturar langosta, aunque no ha sido lo esperado.
El producto, que tiene un costo actual en el mercado de 500 pesos el kilo, está escaso y en las dos primeras semanas de la temporada, apenas han logrado superar la tonelada, afirmó Jesús Valerio Aparicio.
Agregó que sin duda, es una de las temporadas más esperadas, porque se trata de un producto con buena demanda y buen precio; sin embargo la escasez que registra puede ser ocasionada por la pesca furtiva que se practica en el periodo de veda, por la falta de vigilancia en el Puerto de Chiquilá.
Consideró que la captura de langosta es riesgosa, porque se alcanzan profundidades de hasta 40 metros y eso aumenta la probabilidad de que el pescador sufra descompresión, si tarda mucho tiempo bajo el agua.
Explicó que la falta del producto hace que el pescador esté más tiempo en las profundidades buscando, lo que aumenta la preocupación entre el sector, ya que en la zona no hay cámara hiperbárica para atender casos de descompresión.
Los pescadores señalaron que la actividad pesquera ya no es la misma que hace una década, pues los productos comienzan a escasear porque no hay autoridades que hagan respetar las temporadas de veda.
Además, la pesca furtiva ocasiona que el producto se aleje a aguas más profundas y con ello el pescador se arriesgue a bajar más al fondo, exponiendo su integridad por la necesidad de llevar el sustento económico a sus familias, ya que además hay falta de apoyos al sector, justo en una época de crisis generada por la pandemia que ha golpeado severamente la economía.
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Fuente: Por Esto! Quintana Roo.
