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Comunidades indígenas subsisten en el olvido y la marginación

En Morelos son 35 los pueblos nahuas que se encuentran dispersos en alrededor de 16 municipios.

En Morelos más de 24 mil personas hablan una de cuatro lenguas originarias: náhuatl, mixteco, tlapaneco y zapoteco / Archivo | El Sol de Cuernavaca

El 9 de agosto se conmemoró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo y para este año su tema fue “No dejar a nadie atrás: los pueblos indígenas y el llamado a un nuevo contrato social”, esto debido a que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que el 70 por ciento de la población mundial vive en países con una creciente desigualdad de ingresos y riqueza, incluidos los pueblos indígenas que ya se enfrentan a altas tasas de pobreza y graves desventajas socioeconómicas.

De acuerdo a la ONU, “los altos niveles de desigualdad están generalmente asociados con la inestabilidad institucional, la corrupción, las crisis financieras, el aumento de la delincuencia y la falta de acceso a los servicios de justicia, educación y salud”.En Morelos, los pueblos indígenas se encuentran dispersos en cerca de 16 municipios y son alrededor de 35 comunidades nahuas, agrupando alrededor del 36 por ciento de los hablantes de lengua indígena.

Inmersos en la lucha por el poder político y económico que representa el gobierno municipal indígena, los cuatro municipios indígenas de Morelos siguen padeciendo del rezago en la infraestructura social y los servicios.

Para el Día de Muertos se colocan las ofrendas colgantes, que solo se hacen en Coatetelco / Archivo | El Sol de Cuernavaca

Coatetelco y sus tradiciones

En el sur poniente del estado se encuentra el municipio indígena de Coatetelco, separado de Miacatlán.

En dicho municipio los pescadores ofrendaban en una pequeña balsa a la doncella Cuauhtlitzin, o la Tlalchana, que se trasformó desde hace 30 años en la Feria del Pescado, donde participaban los pescadores de los dos lagos, misma que les arrebataron al quererlo acaparar un solo grupo, por lo que en 2019 se cayó la festividad y en el 2020 se suspendió por la pandemia, este año se desconoce aún si habrá.

Para Maribel Epitacio, promotora de cultura, Coatetelco es un municipio indígena donde la gente ha tenido que sufrir años de discriminación, marginación y el olvido de los gobiernos municipales, estatales y federales, se han resistido al despojo de sus raíces ancestrales, pero desde hace varias décadas fueron renunciando a la lengua materna, el Náhuatl: “nuestros padres creyeron que así ya no se nos trataría como indígenas”, pero desde que se hizo municipio indígena se ha buscado rescatar dicha lengua.

Para la también originaria de Coatetelco, “los usos y costumbres eran ley” y se van perdiendo por la influencia que hay del exterior; hace tres años que se eligieron a las autoridades del Consejo Municipal, por lo que se llevaron a cabo elecciones por urnas y el pueblo salió dividido; en las elecciones del 30 de mayo de 2021 volvieron los conflictos, por lo que se esperan los resultados de las impugnaciones.

Las fiestas religiosas y tradicionales se siguen conservando como el llevar “el huentle” para pedir al señor de los aires (Tlaloc) que haya buen temporal para las cosechas.

Y aunque el santo patrono es San Juan Bautista y la parroquia lleva su nombre, la feligresía celebra en grande a la Virgen de Guadalupe, la Natividad, la Candelaria y a San Miguel.

La riqueza cultural de Coatetelco es tan basta que han preservado importantes vestigios arqueológicos.

Son contadas las familias que tienen drenaje, el servicio de recolección de basura es muy malo, carecen de alumbrado público, no cuentan con espacios públicos recreativos y hay un deficiente servicio de salud.

La planta tratadora de aguas es un “elefante blanco” de una millonaria inversión que representa una amenaza para la antiquísima laguna que dio origen a la creación de este pueblo.

El trasporte público predominante son los mototaxis que dan servicio de colectivos al interior de la misma población y colonias aledañas / Cortesía | Cuartoscuro

Xoxocotla, años de lucha

La comunidad indígena de Xoxocotla, a tres años de lograr su separación de Puente de Ixtla para erigirse finalmente como municipio indígena, se ve inmerso en conflictos de intereses que lo dividen.

De acuerdo al registro de los antecedentes históricos de esta localidad de origen Tlahuica, fue uno de los pueblos que se resistió al yugo del imperio Azteca y después de la conquista sobrevivió a la lucha contra los españoles y sus epidemias en el siglo XVI, que acabó con varios pueblos.

Se sabe que unidos son invencibles, así a finales de los 70 impidieron que se construyera el aeropuerto que atravesaría la autopista México-Acapulco; décadas después, a finales de los 80, el paso de la autopista de El Sol.

Formaron parte del movimiento de los 13 pueblos en la defensa del agua del manantial Chihuahuita cuando se los pretendieron quitar las autoridades del estado; se solidarizaron con la lucha magisterial contra la reforma educativa a grado tal que fue este pueblo el que sufrió la represión en el 2008.

Sin duda es un pueblo semillero de líderes sociales, muchos han sucumbido a las mieles.

Carece de agua potable, de drenajes y drenaje pluvial.

La fuerza laboral de las mujeres es mayor que la de los hombres, ya que un gran número de ellas trabajan como comerciantes de frutas de temporada, verduras, comida; mientras que los hombres trabajan en la construcción, aunque cada vez es mayor el número de profesionistas, tanto de hombres como mujeres.

Alrededor de 100 mujeres aún conservan su vestimenta tradicional, se llama “Tetelcingas” y es de origen Olmeca, es en un huipil y una falda azul gruesa oscura, ceñida en la cintura por una faja roja / Gude Servín | El Sol de Cuautla

Tetelcingo, Lugar de Piedras

“Lugar de Piedras” es el significado del nombre de Tetelcingo, una comunidad indígena localizada al norte de Cuautla, en donde alrededor de 100 mujeres conservan su vestimenta tradicional y su lengua Mösiehuali.

Tetelcingo continúa siendo un pueblo náhuatl étnicamente vivo. De acuerdo a la historia, sus raíces pertenecen al reino de los Xochimilcas, que se adentraron en Morelos, fundando diversos asentamientos que más tarde se convirtieron en señoríos. Al sur de éstos se establecieron otras poblaciones del mismo origen, entre ellas los pueblos de Tzompanco y Xochimilcatzingo, de donde provienen los actuales pobladores de Tetelcingo.

Fue el 28 de agosto de 1911 cuando Tetelcingo fue reconocido como pueblo original indígena, de acuerdo a la información obtenida del Archivo General y Público de la Nación.

Actualmente, la delegación Política de Tetelcingo está conformada por 15 colonias y por más de 50 mil habitantes, y desde hace cinco años busca su municipalización.

Tetelcingo levantó la mano para ser municipio indígena, por lo que los diputados locales en el 2017 votaron para que Tetelcingo y otras tres comunidades más se convirtieran en municipio indígena.

En Tetelcingo existe un grupo de danza que es integrado por mujeres y a través del cual buscan rescatar las tradiciones y costumbres de esta comunidad.

La principal fiesta tradicional “religiosa” se celebra el tercer domingo de octubre en honor al Señor del Sacramento en el atrio de la capilla de los Reyes, donde se encuentra la imagen del Señor del Sacramento.

Las gabaneras tejedoras son mujeres que trabajan realizando gabanes y rebozos empleando la lana de los borregos, los tintes son elaborados con las plantas, flores y frutos que crecen en la zona / Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

Hueyapan, Lugar donde abunda el agua

Ubicado en el extremo noreste de Morelos y en las faldas del volcán Popocatépetl, a una altitud de dos mil 291 metros sobre el nivel del mar, San Andrés Hueyapan es una de las comunidades, ahora municipio indígena, más importantes del estado.

“Lugar donde abunda el agua”, eso es lo que significa Hueyapan, pueblo indígena que desde el 2017 se convirtió en el municipio número 36 de Morelos.

La comunidad pertenecía a Tetela del Volcán; sin embargo, logró separarse de él en miras de consolidarse política, territorial y presupuestalmente de manera independiente, está conformado por cinco barrios: San Andrés, San Felipe, San Miguel, San Jacinto y San Bartolo.

Se caracteriza por no tener un cabildo sino un Concejo Municipal Indígena creado por 10 concejales electos por el pueblo.

Con información de Dulce Gaviña

POR ANGELINA ALBARRÁN. EL SOL DE CUERNAVACA

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