Por Jorge Alanis Zamorano
Alguien que sigue sus sueños es una persona feliz. Trabajar en ellos y perseguirlos te permite estar en contacto con tu esencia, expresándola al máximo y siendo tú mismo en todo momento.
Mariza Silveira vive en Tixkokob y recuerda que desde muy joven le fascinaba la ropa, mostrarla, probársela e imaginar prendas que pudieran lucir otras mujeres, por lo que uno de sus sueños era trabajar en una boutique. Su padre nos cuenta cuando le regaló una máquina de coser, donde diseñaba algunas prendas y cristalizaba su imaginación sobre las telas y los bordados. Hoy ya son aproximadamente veinte años de estar costurando, una historia de éxito donde en sus palabras nos dice: Se debe soñar y trabajar en ellos porque sí se cumplen.
Hace poco más de ocho años comenzó la travesía de una pequeña empresa llamada “Marisa y Punto”. Gracias a su esfuerzo y perseverancia, hoy en día ya cuentan con equipos para confeccionar más diseños y tener un mayor número de prendas y accesorios.
A Mariza le gusta mucho lo que hace y eso se refleja en su trabajo, siempre buscando que las personas luzcan bien al portar sus creaciones. Al principio, comenzó con dos clientas y habían personas que le ayudaban con los bordados mientras se perfeccionaban y diseñaban nuevos modelos.
Conforme fue aumentando la clientela, se dio cuenta que esto no podía detenerse y con el apoyo de su familia, el negocio sigue creciendo y ella continúa especializándose; adquirió equipo específico que le permite avanzar mucho más rápido y comenzó a contratar a otras personas para sumar al actual equipo de trabajo. Sobre este crecimiento, ella reflexiona: Realmente uno no ve lo que tiene. Hoy me doy cuenta que tengo mucho, para dar y para diseñar.
Siempre está renovándose y a la gente le gusta mucho los nuevos diseños que vende; éstos principalmente tienen un estilo regional, incorporando poco a poco tendencias diferentes. Mariza menciona que cuando algún cliente le solicita un trabajo, ella siempre pregunta por la ocasión, además de cuidar que los colores vayan de acuerdo con los tonos de piel y con ello el atuendo luzca mejor.
Cuando comencé no tenía miedo de lo que hacía porque la confianza es importante para que el cliente se sienta a gusto y seguro con su compra, no dudé de la fortaleza que tenemos y a pesar de las dificultades, pudimos enfocarnos a nuestras necesidades. No tuve miedo al fracaso, al contrario, ya que como familia siempre encontramos el tiempo para dedicarle a este proyecto, añade.
Y es que la familia es un factor primordial en este sueño: su esposo es pieza fundamental ya que él sabe de los equipos y se encarga de su mantenimiento, mientras que su hijos –Noel y Ana- se involucran cuando se necesita asesoramiento de cómputo en la maquinaria. Hoy, “Mariza y Punto” cuentan con doce personas trabajando, incluyendo a la parentela.
Le quiero decir a la gente que tenga un sueño, una idea, ganas de sacar algún producto o que esté por iniciar algún proyecto, que no teman en mostrar su talento para salir adelante; en estos tiempos difíciles, creo que podemos dar lo mejor que tenemos y tener la mente ocupada creando. Uno de los errores que yo cometí fue tardarme en dar a conocer “Mariza y Punto”, en concretar de manera formal la idea, pero nunca es tarde para dar el salto y echar a andar tu sueño, finaliza.
Contacto:
Mariza y Punto
Tel. (991) 111 6767
Calle 10 #98 entre 15 y 21
Tixkokob, Yucatán