Ante el rezago educativo que existe, son las mujeres indígenas de Campeche que ven en la producción de animales de traspatio una importante actividad económica.
En las comunidades de Campeche, la principal actividad alimentaria es la cría de animales de traspatio; el que más se cría, reproduce y consume en la Entidad es el pavo nativo. De acuerdo con el estudio Análisis Descriptivo de las Prácticas Locales de Cría y Manejo del Guajolote Nativo en Campeche, las mujeres en diferentes poblaciones son las principales productoras (90 por ciento del total); además, por el rezago en el que están, el 40 por ciento de ellas sólo concluyó la primaria y el 18 por ciento no cuenta con estudios.
El guajolote nativo juega un papel importante en la cultura ancestral de las comunidades indígenas mayas de Campeche. También, favorece la alimentación y la economía de las familias mediante ingresos que se generan a partir de su crianza. El intercambio de conocimientos y saberes locales sobre su cría y manejo ha permitido conservar su germoplasma; sin embargo, la actividad presenta deficiencias en alimentación y sanidad.
En el estudio, Portillo Salgado, Bautista Ortega, Sánchez Villarreal y tres especialistas más revelan que de las 48 personas entrevistadas dedicadas a esta actividad, 44 son mujeres (es decir, el 91 por ciento) y los cuatro restantes, hombres, lo que equivale al 8.3 por ciento; además, el 87 por ciento de ellas son amas de casa.
El máximo grado de estudios que esta población registra es la secundaria, pues el 39 por ciento lo culminó. Sin embargo, la mayoría de estas mujeres tiene como último grado de estudios la primaria, ya que 20 personas de las 48 sólo tiene esta escolaridad, lo que equivale al 41.6 por ciento; y las que están en analfabetismo son nueve, o lo que es lo mismo, el 18.7 por ciento.
Estas condiciones generan que la población no oferte de buena manera sus animales cuando viajan a la ciudad para venderlos, pues el mismo estudio refiere que el 40 por ciento de estos animales es vendido en la misma comunidad, el otro 40 por ciento en la ciudad, el 10 por ciento en platillos y el restante se queda para consumo personal.
No obstante, lo que preocupó a los investigadores es el carente manejo sanitario que brindan a los guajolotes en vida, durante el proceso de sacrificio y preparación de los alimentos. Esta serie de omisiones sanitarias inician en la crianza, debido a que el 70.8 por ciento de los productores entrevistados no aplican vacunas y los pocos que lo hacen, sólo aplican contra la viruela, afección que genera una rápida muerte al animal.
No aplicar vacunas y alimentarlos sin el uso de vitaminas, propicia que tanto pavos adultos como jóvenes mueran por este problema, pues de los animales que pierden la vida, el 70 por ciento, es por padecer viruela; el resto, se divide en otros padecimientos, como las respiratorias: gripe, moquillo y fiebre principalmente, así como las digestivas.
.-POR ORGE CHAN. POR ESTO! CAMPECHE.