En lo que va del 2022, los precios de los fertilizantes nitrogenados continúan bajo presiones alcistas, las cuales se anticipan persistan por varios meses más ante la posibilidad de que la crisis entre Rusia y Ucrania escale.Para la economía global, lo anterior contribuiría a que, entre otras cosas, los precios del crudo y gas natural continúen subiendo, pero en el caso particular de México, otra posible consecuencia a considerar es el impacto que dicho conflicto podría tener sobre el suministro y el precio de los fertilizantes nitrogenados.
Pero, ¿cómo pueden afectar las ambiciones de Putin a los planes de siembra de un agricultor y/o al costo de producir alimentos en México?
Revisemos algunos datos.
En el 2020, de acuerdo con la base de datos de estadísticas del comercio internacional de las Naciones Unidas (UN Comtrade Database), México fue el sexto mayor importador de fertilizantes nitrogenados del mundo y el séptimo en cuanto a urea se refiere (medido en dólares de Estados Unidos), siendo Rusia – el segundo mayor exportador global – el principal origen de nuestras compras al exterior.
Por lo que no es descabellado argumentar que un eventual conflicto entre Rusia y Ucrania podría limitar el suministro global de fertilizantes y, por ende, elevar los precios a un nivel incluso mayor al registrado en el 2021.
Un ejemplo claro es Estados Unidos, donde el precio de la tonelada de urea del 7 al 11 de febrero promedió 905 dólares, prácticamente un incremento del 100% en relación a la semana del 8 al 12 de febrero de un año atrás; mientras que la de amoniaco promedió un máximo histórico de 1,487 dólares – precio 183% más elevado que 12 meses atrás, según datos compilados por DTN.
El punto es que Rusia puede ser un factor que contribuya a que el precio internacional de los fertilizantes nitrogenados se mantenga alto a lo largo del 2022, y para México, quien es un importador importante con una pobre capacidad de producción local (urea y amoniaco), dicho escenario implicaría un reto nada menor – especialmente en lo que respecta a los agricultores más vulnerables – ya que podría conducir a mayores costos de producción y con ello la disyuntiva de reducir el uso de fertilizantes o incluso la superficie sembrada, lo que a su vez se reflejaría en los niveles de producción de ciertos alimentos.
Ahora, en el terreno de las importaciones de fertilizantes nitrogenados, urea y amoniaco, no es sorpresa que, a pesar de que por el momento solo hay cifras para enero-noviembre del 2021, el país haya registrado máximos históricos en dicho año.
Para el caso de los fertilizantes nitrogenados, México importó 2.5 millones de toneladas (MMt) a un costo de 933.4 millones de dólares (mdd), el cual es el monto más alto desde que se tiene registro. Pero lo notable es que la factura que el país pagó en el primeros 11 meses del 2021 es mucho mayor que la del 2020, año en el que se importaron 2.97 MMt por un valor de 734.6 mdd. Es decir, en el 2021 se pagaron más dólares por cada tonelada de fertilizantes nitrogenados comprada en el exterior.
Algo similar encontramos con las importaciones de urea, las cuales alcanzaron 650.7 mdd en los 11 meses del 2021 – otro máximo histórico según datos de la Secretaría de Economía – y cuyo volumen fue de 1.5 MMt. Un año antes, México desembolsó 497.3 mdd por 1.9 MMt de urea.
En ambos casos, como señalé, Rusia fue el proveedor más importante, por lo que cualquier interrupción o disminución en el suministro – derivado de un conflicto o de alguna política comercial – pondría en apuros a México en caso de que la demanda interna se mantenga robusta.
No podemos dejar de lado al amoniaco, el precursor químico de los fertilizantes nitrogenados. En el 2019, cuando Pemex reportó que su único complejo productor paró completamente, las importaciones (en su mayoría provenientes de Trinidad y Tobago) se dispararon a 1.28 MMt, y a pesar de que ésta cifra es considerada la más alta desde que se tiene registro, el valor de las importaciones fue de sólo 248 mdd. La realidad fue totalmente diferente en el 2021. México erogó 253 mdd por un volumen de 0.7 MMt.
Lo que nos dicen estos números es que la ausencia de políticas en torno a la cadena del amoniaco – fertilizantes nitrogenados hoy tiene al país y a sus agricultores a merced de un contexto global donde persisten los altos precios.
¿Qué factores pueden influir en el mercado nacional de fertilizantes en el 2022? La respuesta podría no solo estar en los apoyos que el gobierno federal destine al sector, como el anunciado en diciembre del 2021 y el cual contempla una inversión de 300 mdd para rehabilitar las plantas de amoniaco y urea de Pemex, sino también en las decisiones que Putin pueda tomar en relación a Ucrania.
Fuente: Adrián Duhalt, Expansión