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Rancho Ocho Venado: un modelo de vida sustentable.

Especial Rural MX

La Villa de Tzucacab es un poblado pequeño ubicado al sur del estado de Yucatán, a poco más de una hora y media de Mérida. Por su gran abundancia vegetal y suelo fértil, es un sitio ideal para cumplir tus sueños, o al menos así ha sido para la familia Navarro Veloria, quienes llegaron hace 15 años con la esperanza de encontrar en la naturaleza un refugio y hogar.

El Rancho Ocho Venado surge como un proyecto familiar en donde incorporan una granja integral que cultiva la tilapia con dos propósitos: para consumo humano y utilizar el agua para riego fertilizado; con esta, obtienen diferentes cultivos como tomates, pepinos, calabazas, lechugas, papayas, gran variedad de cítricos, así como cúrcuma y jengibre.

El Rancho Ocho Venado a ojo de águila

Somos una familia que llegó hace años para integrarse y dedicarse a la comunidad. Este proyecto surge para crear conciencia ambiental, motivo que nos empujó a acercarnos a estas tierras y buscar un plan B en nuestras vidas. Aquí estamos desarrollando un modelo de vida sustentable, en donde tratamos que de todo lo que se consume en esta casa, la mayor parte se haya producido aquí, platica don Humberto Navarro Pérez, propietario del terreno.

A su vez, don Humberto asegura que llevar a cabo proyectos de este tipo te acerca mucho a la tierra, a la producción sustentable y a entender las consecuencias del uso de químicos tóxicos. Y esta misma ideología que predica la familia Navarro Veloria ha generado curiosidad en la gente para producir sus propios alimentos y comer más sano.

También, este nuevo modelo de subsistencia está sirviendo como ejemplo para jóvenes estudiantes que han visitado el rancho. Al respecto, don Humberto nos comenta: Han llegado varios estudiantes de la Universidad Tecnológica del Mayab, institución con quien tenemos convenios de colaboración para que los chicos hagan sus prácticas y aprendan un nuevo modelo de vida y negocio que tanto le ha funcionado a mi familia.

Y a consecuencia de este estilo de vida y trabajo, ahora Don Humberto, su esposa Flor e hijos, tienen una vida más saludable y armoniosa: El rancho nos ha funcionado porque nos permitió una integración entre los miembros de la familia. Ellos también invierten para agrandar el proyecto, por lo que hoy, estamos coaccionando un modelo de turismo sustentable en donde se construyó una villa maya que está teniendo muy buena aceptación y en la cual estamos implementando los procesos sustentables que se han logrado en el rancho.

Don Humberto y su familia están agradecidos por todo lo que tienen, fruto de su esfuerzo y trabajo, así como también del gran bienestar social, económico y emocional que gozan gracias a su estrecha cercanía con la naturaleza: Nosotros no nacimos agricultores ni campesinos; sin embargo, al convivir con la naturaleza y la gente que vive aquí, hemos aprendido muchísimo.

Estamos aprendiendo a cuidar de la naturaleza y también aprendemos de ella –continúa-. El rancho es un proyecto muy interesante y lo que nosotros queremos es enviar un mensaje a las personas de tomarse un respiro y acercarse al campo.

En Tzucacab y Ocho Venado hemos encontrado un lugar con buena tierra y disposición de agua para desarrollar un modelo de vida más sano y tranquilo, que sirva como refugio para futuras generaciones, a quienes les estamos dedicando todo nuestro trabajo y empeño, concluye Humberto Navarro Pérez para Rural MX.

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