Por Ana Laura Preciado
El polen de las flores despierta en el alba de la mañana para desprender un suave perfume que atrae numerosos insectos hambrientos de alimentarse del dulce néctar.
La hectárea de terreno concienzudamente trabajada por el Ingeniero Germán Bautista Parra pareciera estacionada en una eterna primavera, esto debido a la gran cantidad de surcos perfectamente trazados para la producción florística de un arcoíris vegetal protagonizado por crisantemos, girasoles, virginias, cempasúchil y otras variedades de flores.
Desde 1980, el Ingeniero Germán Bautista Parra es profesor de tiempo completo en el Instituto Tecnológico de Conkal y un gran entusiasta del campo, por lo tanto, ha dedicado gran parte de su vida a enseñar a futuros profesionales sobre temas relacionados con la agricultura, horticultura y agro ecosistemas tradicionales. Pero, para él, el trabajo de campo es aún más emocionante.
A poco más de 400 metros del Tecnológico de Conkal, el Ing. Germán dirige la Unidad Productiva Lol’ iq, un espacio en donde él y sus estudiantes ponen en práctica todo lo aprendido durante las clases y descubren las bondades que la madre tierra tiene para ofrecer.
El cultivo de flores es el pasatiempo favorito del maestro; las flores requieren de cuidados especiales para lograr un crecimiento favorable y, por consiguiente, lograr el amplio abanico de colores que abrazan las líneas de tierra y cubren la hectárea de terreno:
Desde hace más de 35 años que me dedico a la horticultura y a la producción de flores; año tras año cultivo diferentes ejemplares como las virginias, cempasúchil y actualmente estoy trabajando con los crisantemos, de los cuales ya cuento con trece variedades de colores. ¡Es una actividad sumamente gratificante!, comenta.
Por otro lado, el Ing. Germán nos platica acerca del proceso de siembra y manejo de las especies vegetales:
Tenemos una planta madre que cuidamos durante varias semanas para sacar los esquejes y reproducirla. Una vez con ellos, se trasplantan directamente al suelo o en bolsas de cultivo y se les proporciona los cuidados pertinentes para que crezcan favorablemente.
Afortunadamente –continúa- en el monte tenemos toda la materia prima para nutrir a las plantas; les agregamos abono orgánico compuesto de hojarasca de Dzidzilché y, una vez a la semana, aplicamos un poco de nitrato de potasio para que las flores crezcan y obtengan tonalidades más brillantes y pétalos más resistentes.
Cada época de floración, Lol’iq se convierte en un verdadero relato fantástico del escritor francés Charles Perrault, en donde uno juraría que en cualquier instante, Caperucita Roja aparecerá retozando con una canasta dentro de un escenario de abejas, flores, árboles y lo que pareciera un eterno cielo radiante.
La Unidad Productiva Lol’iq posee un paisaje cautivador y, gracias a sus decenas de plantas, es fácil embelesar a curiosos, conocedores y visitantes interesados en el mundo de las flores, de manera que el Ing. Germán vende los esquejes, ramos y macetas a precios accesibles:
Armamos ramos de diferentes colores; aprendí de mi mamá quien antes se dedicaba a cosechar las flores y a preparar los ramos. Hoy en día, nos visitan personas que quieren arreglos para sus eventos o para regalar a la pareja. Queremos ofrecer precios para todo el público, así que vendemos a 60 pesos* el ramo con flores de diferentes matices (o del mismo color), o también vendemos las macetas en bolsa a 70 pesos*.
En Yucatán, la actividad florística es un área insuficientemente aprovechada, así que el Ing. Germán aprovecha en invitar a todos aquellos interesados en incursar en este atractivo rubro:
En esta región casi no se trabaja con flores, muy poca gente sabe o se dedica a esta actividad. Hay personas que tienen sus terrenos, pero no lo usan, entonces ésta es una buena oportunidad. ¡Invito a la gente a iniciar en el tema! Aunque los resultados no son inmediatos, es una actividad rentable y muy llamativa para los consumidores, finaliza.
*Precios a febrero del 2022
