Tan solo siete meses de guerra entre Rusia y Ucrania, han sido suficientes para que la alimentación mundial esté en crisis. Y es que, desde el 24 de febrero de este año, los dos mayores productores y exportadores de cereales y fertilizantes del planeta, están en conflicto. Aquí te explicamos los detalles que tienes que saber. Información: foodandtravel.mx – Fotos: Unsplash / Pixabay / Adobe Stock.
Alimentación mundial: Del campo a la panadería
La forma en que los ingredientes llegan a nuestra mesa y despensa es increíblemente complicada. Y se debe a que los sistemas alimentarios, es decir los procesos e infraestructura existentes para que las personas puedan comer, están conectados con las exportaciones e importaciones. Este es el caso de la mayoría de los alimentos que consumimos: desde cereales, hasta productos lácteos y cortes de carne.
Para darse una idea: el trigo es el tercer cereal más producido en el mundo y el segundo en ser producido para consumo humano. Su papel en la alimentación mundial es innegable. A nivel global, Rusia es el mayor exportador de este cereal. Mientras que Ucrania se encuentra en quinto lugar. Al estar en guerra, estas naciones no pueden hacer sus exportaciones como de costumbre, ni a sus principales clientes importadores. Entre los que se encuentran países como México, Bangladesh, Indonesia, Italia, España, Egipto y Sudáfrica.
Antes de la guerra, Ucrania usaba los puertos del Mar Negro para sus exportaciones, así como trenes de carga, mismos que han sido bloqueados o dañados por tropas rusas. Por el otro lado, las sanciones internacionales de ciertos países a Rusia también limitan el comercio. Esto, aunado a la inflación y la previa crisis del Covid-19, ha provocado aumentos de precios hasta en el pan. De acuerdo con el índice de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglaas en inglés), el trigo actualmente cuesta 10.6% más que en agosto del año pasado.
Un alto a las exportaciones
La historia del trigo es solo un ejemplo que se replica. De hecho, ambos países son de los principales productores de cebada, maíz, aceite de semilla de girasol y canola, cereales importantes en la alimentación mundial. En un intento por proteger la alimentación de sus ciudadanos, otros productores de esos ingredientes también han puesto un alto a las exportaciones. Se trata de más de 20 países, entre los que se encuentran Argentina, Indonesia e India.
Pero no todo está perdido, ya que luego de seis meses de conflicto, por fin se llegó a un primer acuerdo. Y se reanudó la exportación de una pequeña parte de los cereales a través del Mar Negro, desde Ucrania. Mismos que serán llevados a principalmente Sudáfrica mediante la ONU.
Fertilizantes
A todo esto, habrá que añadir que Rusia es un líder productor y exportador de un elemento casi imprescindible en la agricultura: fertilizantes. El país produce específicamente de nitrógeno, potasio y fósforo.
De ahí que el principio de la guerra también significó preocupación para la industria agrícola de Brasil, ya que el país compra a Rusia por lo menos un cuarto del fertilizante que utiliza. Y, aunque las sanciones internacionales no bloquean el comercio de este producto ni de alimentos, las empresas y gobiernos se enfrentan a un dilema. Ya que, de seguir comprando fertilizante a Rusia, se podría estar financiando otros operativos militares; pero de no hacerlo los precios de la comida como el azúcar, maíz, café y soya podrían incrementar aún más, debido a que las cosechas disminuirían.
Los efectos actuales de la guerra en la alimentación mundial
La invasión de Rusia a Ucrania genera una crisis en la alimentación mundial principalmente porque los precios de la comida pueden cambiar abruptamente. Por ejemplo, entre marzo de este año y del año pasado, los precios subieron 30% en general en todo el mundo; mientras que los de comida, subieron alrededor de 15% en más de 40% países.
La buena noticia es que un primer acuerdo para detener la crisis de la alimentación mundial ya se ha hecho. A finales de agosto, 23 millones de toneladas cruzaron el Mar Negro, debido a la iniciativa “Grain”. Lo que fue posible gracias a un arreglo entre Ucrania, Rusia y las Naciones Unidas, pues lo ingredientes serán llevados a países con situación de pobreza alimentaria en Asia y África.