La producción de miel orgánica en la Península de Yucatán es una buena alternativa para los apicultores, porque hay un incremento en la demanda del 30% y una necesidad tanto en mercados locales como en el ámbito internacional, donde se envía a países como Alemania, Suiza y Bélgica. El impulso a la agroecología y los apoyos gubernamentales por incentivarla favorecen el crecimiento de lo orgánico en la región.
Así lo manifiesta Miguel Díaz Blasquez, asesor de Educe Sociedad Cooperativa de R.L, quien refiere que este año alrededor de mil productores de Campeche, Quintana Roo y Yucatán con los que trabajan y que tienen aproximadamente 25 mil colmenas, aportaron una producción de 800 toneladas –un poco baja respecto a años previos por cuestiones climáticas–, la cual, en su mayoría se exporta.
El experto platica que al inicio de este ciclo debido a la pandemia del Covid y la Guerra Rusia-Ucrania, empezaron a bajar los precios de la miel, no había contenedores o eran muy limitados y se tenía que esperar para poder embarcar la miel, pero por fortuna se desatoró este punto y, finalmente, se pudo enviar a países de Europa, como Alemania y unos lotes a Suiza; a Bélgica, donde tradicionalmente se manda, este año no hubo embarque.
Con 25 años de trabajo en la Península de Yucatán, Educe identifica que 90% de la miel que producen los productores que atienden es orgánica –certificada con CERTIMEX– y hay entre 10 y 15% de nuevo ingreso, cuyo producto se cataloga como miel en transición. Para esas mieles existen algunos clientes nacionales que compran de uno a dos contenedores (21,600 kilos) y un poco se envía al mercado internacional.
Díaz Blasquez señala que, debido a este boom de la apicultura, en Educe Cooperativa observan un incremento del 20% en las solicitudes para ingresar a producción orgánica, debido al trabajo solidario, de pago y capacitación que se brinda para esta actividad.
Alta demanda de miel
El especialista indica que en este ciclo hubo buena producción y empresarios locales y muchos coyotes fueron a las comunidades a comprar mucha miel y pagaron precios altos; tuvimos que competir con ellos. A nivel internacional el precio de la miel se mantuvo lo que generó un problema para la negociación del precio de la miel que fueran lo justo y que no afectara la economía local, debido a esto es que la compra de los coyotes nos afectó. El precio internacional promedio fue de 3.20 dólares por tonelada.
Nosotros –asegura– mantuvimos un precio más o menos alto, primero fijamos uno de base y luego analizamos costos, explicamos gastos al productor y dimos un pago extra, que llamamos remanente. El año pasado el precio final al productor fue de 50 pesos por kilo, y ahora fue de 62 pesos.
En la Península de Yucatán la temporada alta de miel empieza regularmente en abril-mayo, pero este año inició en marzo, por lo que se saturaron centros de acopio, igual las bodegas y se recurrió a subcentros pequeños. “Hubo muchos retrasos, los clientes ya estaban demandando la miel, pero teníamos problemas de embarque, porque no había cupo en los barcos y los puertos”, recuerda el asesor.
Ingreso al mercado justo
Miguel Díaz expone que debido a que ahora no pueden vender mieles convencionales y en transición con buen precio, trabajan en la conformación de una asociación de organizaciones que permitirá el acceso al mercado de precios justos, Comercio Justo (Fairtrade). Con este sistema de comercio, al productor le otorgan una gratificación que le reconoce los esfuerzos que realizan para tener una producción sustentable y por no incurrir en discriminación, trabajo forzoso o infantil, entre otros aspectos, reciben una prima extra al precio de venta para que la puedan invertir en proyectos empresariales o comunitarios.
Hoy, precisa, en dicho esquema se obtienen 20 centavos de dólar por cada kilo de miel que se comercializa como Comercio Justo, lo que representa 1.50 a 2 pesos por kilo de miel, esta producción se va a un mercado exclusivo en Alemania y Suiza, principalmente.
«Hay un gran avance y este año pensamos registrarnos en el mercado justo como nueva organización vinculada a Educe y así mejorar el precio y la economía del productor”, subraya.
Por otra parte, destaca que se ha incrementando el compromiso con los productores de comprar directamente y romper la cadena de un coyote a otro, acortar el proceso y que se venda la miel en forma más directa al consumidor.
Educe anota que otro pendiente es que falta inversión para comprar dehuminificadores que no alteren la calidad de miel y poder comprar mieles húmedas, que representan entre 40% o 45% más de miel que se podría cosechar y ofertar y que pierden mercado por la cantidad de humedad que se tiene en la temporada.
Díaz Blasquez hace mención que el precio de insumos impactó bastante, por lo que el costo de producción en un año ha aumentado en más del 20%, el tambor subió en forma impresionante, los equipos igual; muchos productores meten pequeños proyectos a programas de gobierno y reciben algún subsidio; nosotros buscamos hacer compras en conjunto para bajar estos costos.
Respecto al problema de la contaminación de miel con trazas de soya transgénica que ha afectado la comercialización de la miel de la Península de Yucatán, Miguel Díaz señala que en el caso de Educe no tienen dificultad porque sus apiarios se ubican a 40 o 100 kilómetros de esas áreas, “pero eso no nos quita que nos pueda contaminar por glifosato u otro agroquímico usado en monocultivos, que se ubican principalmente en Campeche y partes de Quintana Roo”.
Por ello hacen un monitoreo en campo y un análisis adicional para verificar que no existan problemas de algún contaminante. “Este año, la miel salió sin problema porque los clientes nos piden una amplia variedad de parámetros a ser analizados en cada una de las pruebas que se toman de la miel a comercializar, entre ellos los de OGM (Organismos Genéticamente Modificados) y de adulteración, como análisis anexos”, recalca Miguel Díaz.
El directivo de Educe también señala que con programas del gobierno federal como Sembrando Vida, donde se prohíbe el uso de agroquímicos, han tenido buenos resultados, donde no solo se exige no usar este insumo, sino que los propios productores fabriquen sus bionsumos, en el caso de autoconsumo.
Por último, recuerda que Educe está en una fase de inspección para renovar sus certificados orgánicos. “Vamos a solicitar al equipo de CERTIMEX que nos vengan a auditar para poder revisar trazabilidad, registros, calidades y todo lo demás en mieles que se exportan”.
Fuente: Imagen Agropecuaria