Texto y fotografías: Francisco F. Gamboa
Aunque la mayoría del agua de las inundaciones provocadas por las intensas lluvias que dejó la tormenta tropical “Cristóbal” ya se ha secado por completo, los estragos aún se sienten en el cono sur del estado.
Visitamos el ejido de Xul, pasando Oxkutzcab, y platicamos con Orlando Pérez Uc, él es ministro y agricultor dedicado a trabajar el maíz, quien nos platicó cómo les ha ido a un mes del paso del fenómeno natural.
“Primero que nada le damos gracias a Dios porque no hubieron pérdidas humanas que lamentar, aunque sí hubo un poco de pánico por lo alto que llegaron las aguas. Ya teníamos la experiencia hace 18 años con ‘Isidoro’, pero en aquella ocasión no se inundó tanto, ahora las casas ubicadas en la entrada del ejido quedaron bajo el agua y muchas de las hortalizas se perdieron, pero afortunadamente las vidas humanas se salvaguardaron”.
Sobre las donaciones, Orlando menciona que llegaron por parte de los gobiernos federal, estatal y municipal, principalmente ropa y despensa. Asimismo, comenta que mucha gente del ejido está en el programa de Empleo Temporal del Gobierno del Estado, el cual les está sirviendo para realizar las labores de limpieza de caminos saca cosechas y dejar en orden todo lo removido por las corrientes de agua.
“Llegaron bastantes apoyos a Xul y a los demás ejidos por parte de los tres niveles de gobierno y de la demás gente altruista, pero los comisarios no tienen el censo exacto de las familias que los habitan, así que dejaron un estimado de donaciones y desgraciadamente hubo algunas que se quedaron sin recibir nada”.
También lamentó que en medio de la emergencia persistan los intereses partidistas, al respecto comentó: “vino el senador Jorge Carlos Ramírez a convocar una junta, pero únicamente la hizo con los del partido; pienso que eso está mal porque cuando eres diputado o senador no eres nada más de los priístas, eres de todo el distrito”.
Apoyos al campo
Acerca los estímulos al sector, mencionó que están a la espera del pago del programa PROCAMPO, el cual celebra que este año ha sido de mayor ayuda que en anteriores, pues antes la tonelada del maíz la compraban en $2,800 y actualmente en $5,600.
Al respecto del programa Sembrando Vida, Orlando comentó: “de las alrededor de 250 personas que nos dedicamos al campo en Xul, 65 entraron a Sembrando Vida, ahí les están dando $4,500 al mes por trabajar dos hectáreas y media, es un gran proyecto del Gobierno Federal que sirve para que la gente no se vaya a los Estados Unidos a trabajar”.
Piden más proyectos
Para levantar al sector, Orlando afirma que se requieren más proyectos: “nosotros en la comunidad carecemos mucho de proyectos enfocados al cítrico, hay solamente un sistema de riego en la entrada y otro que se está fomentando, pero estamos viendo que ni con dos sistemas nos daremos abasto debido a que somos muchos ejidatarios aquí en Xul”.
De igual forma, mencionó que otro problema es la gente que acapara los apoyos, o que incluso los ‘dobletea’, limitando al resto de agricultores el acceso a ellos.
Aunado a esto, Orlando expresó que el cobro en las tarifas de luz a la gente del ejido fue excesivo: “el recibo nos llegó al doble a todos, de los $700 que normalmente pago ahora incrementó casi a $1500, y esto nos está golpeando muy duro porque la CFE no perdona ni espera, a ellos si no les pagas, llegan y te cortan el servicio”.
Hace un llamado a las autoridades estatales para revisar las carreteras que conectan los ejidos, ya que están llenas de baches y otras han perdido hasta dos metros de ancho debido a la maleza que invade el camino.
“Además, la pandemia no nos permite el comercio externo como antes. Ahora venimos a recolectar leña para vender aquí en Xul, gracias a Dios podemos decir que no estamos pasando hambre porque comida no falta, pero sí está muy difícil la situación para todos en la comunidad”, finalizó.