Especial Rural MX
No cabe duda que el campo no solo es generador de alimentos. Desde aquí, en el sector rural, podemos también conocer los sueños de su gente y su lucha por aspirar a mejores oportunidades y mejores condiciones de vida.
Una historia se está empezando a escribir en el municipio de Kantunil, donde conocimos a Sandra Natividad Ruiz Poot, quien desde hace unos meses junto a su familia le han entrado al mundo de la acuacultura y hoy, lidera la Pescadería y Cocina Económica D’Dylan.
Amor por el pescado frito
Hace como 10 años vendía pescado frito en casa de mis padres, venía un señor al pueblo a venderlo, mis padres lo cocinaban y yo apoyaba en la comercialización. Después de casarme, mi esposo y yo tuvimos la idea de poner una granja de tilapias, con el apoyo de mis suegros pudimos utilizar este terreno y echamos a andar el proyecto, cuenta.
Sandra menciona que su esposo trabajaba en Campeche, lugar en donde conoció los criaderos de tilapia y de donde surgió la idea de arrancar este proyecto. En su búsqueda por conocer más acerca del tema llegaron a la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables (SEPASY), quienes los apoyaron y guiaron para colocar los estanques y el punto de venta.
Hasta donde sabemos, ésta es una de las pocas granjas que además tiene su propio punto de venta; aquí criamos las tilapias, las limpiamos y las comercializamos ya fritas, lo cual es una ventaja para nosotros, presume Sandra.
Punto inicial
Fue en este 2021 cuando echaron a arrancar el proyecto y para ello, han recibido capacitación de la SEPASY aprendiendo a tomar las medidas de oxígeno, amonio, las raciones de alimento y a realizar las biometrías de los peces, pues son puntos importantes para evitar que mueran los organismos.
Cada día aprendemos más sobre los diversos temas que envuelven a esto. Ha sido complicado aprender esos procesos, sobre todo por la disciplina de estar constantemente verificando, pero es un esfuerzo que vale la pena, añade.
Por ahora, trabajan únicamente los fines de semana y han tenido muy buena aceptación entre la gente.
Antes comprábamos los pescados ya muertos y limpios, ahora he aprendido a quitarles las vísceras. Todo esto nos ha ayudado con nuestra economía y la del pueblo, porque la tilapia es más barata que el pescado que viene de mar abierto; nosotros comemos también de esto, la tilapia tiene muy buen sabor, incluso me gusta más que el que le comprábamos a aquel señor hace años, afirma.
Oficio empoderador
Con alegría en sus ojos, Sandra dice sentirse muy satisfecha con este proyecto, el cual le ha dado seguridad y confianza en sí misma, pues le ha permitido desarrollar nuevos conocimientos, además que puede ir forjando un patrimonio para ella y su familia.
En unos años, me visualizo con otros estanques y ya surtiendo a otras comunidades, donde más gente nos conozca y podamos vender más. Igualmente me gustaría adquirir una camioneta para el trabajo, más estufas y ayudar a las personas que nos están apoyando, como mis suegros. Pero sobre todo, quisiera que mi hijo pueda aspirar a mejores oportunidades, apunta.
A todas las mujeres que se quieran dedicar a esto –continúa- yo les digo que no se detengan, ¡claro que podemos! Debemos seguir nuestros sueños sin miedo, no permitamos que nadie nos diga que no. Busquen alianzas, apoyos y no se detengan, sí se puede.
A lo largo de este periodo han recibido todo tipo de opiniones, pero Sandra afirma que únicamente se quedan con las constructivas.
Mi vida ha cambiado, me siento más segura y feliz, haciendo algo que me gusta y que además nos da la oportunidad de mejorar la calidad de mi familia y las que nos rodean, finaliza.
Contacto
Teléfono: (999) 532 3187
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