Dos mujeres han sido despojadas de su ganado, de forma impune, desde el año 2013. Golpeadas, amenazadas y ahora corren el riesgo de perder las tierras ejidales que por derecho son suyas
Eduardo LLiteras.- Dos mujeres han sido despojadas de su ganado, de forma impune, desde el año 2013. Golpeadas, amenazadas y ahora corren el riesgo de perder las tierras ejidales que por derecho son suyas, acreditado ante las autoridades competentes, como se demostró con papeles a la mano ante quien esto escribe.
Este cuadro de extrema violencia describe lo que pasa en muchos puntos de la geografía yucateca, con creciente frecuencia ante la irrupción de todo tipo de intereses y grupos en Yucatán interesados en adquirir tierras.
La denuncia la hizo la señora Norma Cecilia Gutiérrez, quien con ojos llorosos narró la falta de justicia y la complicidad de la policía de Maxcanú ante las agresiones de un grupo de ejidatarios liderados por el comisario ejidal, los que pretenden apropiarse del patrimonio de su madre.
Hablamos de un rancho de grandes proporciones llamado Noh Sabanché, ubicado en Maxcanú, y el cual les está siendo expropiado a punta de golpes y amenazadas, ante la incapacidad o franca complicidad de las autoridades.
Norma Cecilia y su madre, Imelda Viviana Sánchez, denunciaron el robo de ganado desde el año de 2013 ante la Fiscalía de Yucatán, pero hasta ahora no hay resultado alguno.
Viviana Sánchez dijo también que ha sido recibida en numerosas ocasiones en Palacio de Gobierno, pero no hay respuesta institucional a su caso. Lo que permite la impunidad y las agresiones. Ejemplo de lo que pasa en el campo yucateco, y la inseguridad que se está padeciendo en Yucatán.
