Por Jorge Alanis Zamorano
Últimamente se escucha mucho sobre la agroecología, un término que nos acostumbramos a utilizar, pero que en ocasiones usamos de forma incorrecta al no saber el verdadero significado del concepto o la profundidad de la palabra misma. Para entender más sobre el tema invitamos al Doctor en Agroecología José Rodríguez Moreno, para platicar desde la cabina de RadioYucatanFM.com.mx en el programa de Rural MX en vivo, quien nos esclareció las interrogantes que giran en torno al concepto.
En primera instancia, se entiende a la agronomía como la ciencia principal, pero dentro de ésta existen dos modos de producción: el convencional, que funciona con insumos agroquímicos, que son tóxicos para el suelo y el ser humano; y el método agroecológico.
El Dr. Rodríguez aprovechó en señalar que, de acuerdo a estudios recientes de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), se observó que el 65% del territorio mexicano sufre diferentes grados de degradación; cabe destacar que, un suelo agredido por agroquímicos, es difícil retornarlo a una condición de equilibrio y fertilidad, por lo que la mayoría de las veces no pueden regresar a su estado original.
Esta revelación permitió mirar hacia nuevas formas de producción, menos agresivas con el suelo y entorno: Ahí surgió una propuesta que en Australia fue conocida como permacultura, y aquí en América Latina adquirió fuerza el término agroecología, es decir, la agricultura ecológica, comenta el experto.
¿De qué se trata la agroecología?
Nuestro entrevistado señala que se trata de la producción de alimentos sin degradar el suelo: la fertilidad se mantiene y aumenta, los suelos degradados pueden retornar a su forma original; mientras que la agricultura convencional hace uso de agroquímicos que envenenan a los microorganismos que forman parte del sistema simbiótico y que apoyan en el crecimiento de las plantas.
La agroecología es un modo de producción de alimentos en donde evitas el uso de agroquímicos; la diferencia está en que tú estableces unidades productivas donde generas tus propios insumos, y cuando haces eso, los costos se reducen, comparó el Dr. José.
Siguiendo esta afirmación, él acepta que ya existe un reconocimiento de que los insumos agroquímicos tienen un costo de producción más alto al depender de los combustibles fósiles:
La agroecología quiere desligarse de la producción de alto consumo de combustibles fósiles, y aunque no lo evita en su totalidad, en muchos aspectos se ha minimizado. La agroecologÍa está declarada por la FAO* como la forma de agricultura del futuro.
Mi comida o producto… ¿es orgánica, o sigue procesos agroecológicos?
Existe el gran mito acerca de que si la comida que uno consume es orgánica, o si ha sido cultivada mediante métodos agroecológicos. Es importante hacer una distinción entre estas etiquetas, puesto que, aunque pudieran parecer iguales, en realidad son diferentes entre sí:
La producción orgánica depende de otros insumos, mientras que la agroecología opera de manera sostenible al usar prácticas ancestrales que se han desarrollado por años en los pueblos. La diferencia entre lo orgánico y lo agroecológico radica en que el productor orgánico no fabrica sus propios insumos, mientras que el proceso agroecológico involucra generar tus propios biofertilizantes y biofábrica, construida con elementos del mismo entorno, pero sin dañarlo, apunta.
A la par, admite también que: En realidad, la producción orgánica está asociada a una certificación. El término orgánico comenzó a formar parte de una compañía que emite el título; no puedes vender tu producto como orgánico a menos que hayas pagado a una compañía que te certifique y otorgue el sello.
Y entre agroecología y permacultura, ¿cuál es cuál?
Son dos términos que tienen muy poca diferencia entre sí. La permacultura inició en Australia y está enfocada en el diseño de agrosistemas más tecnificados, y son sistemas de producción agrícola permanente: de ahí surgió la palabra permacultura. La agroecología apunta hacia lo mismo, pero adquirió un matiz más académico al generar nuevas experiencias para los productores, con respecto al manejo hídrico, el paisaje, entre otros, interioriza.
El futuro al cual nos enfrentamos…
La producción agroecológica es necesaria para garantizar el futuro de nuestros ecosistemas: Hay que tratar de impulsar y consolidar procesos que generen alternativas a las formas actuales de producción, asevera el Dr. Rodríguez.
Las estrategias ya existen y, aunque están siendo probadas, todavía falta confianza y mayor experimentación por parte de productores, expertos y todo aquel involucrado en el sistema agrícola. Habrá que partir de lo conocido y seguir intentando; todo sea para garantizar la fertilidad de los suelos y el alimento para las generaciones futuras.
(*) Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura