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¡Anímate a tener tu propio huerto!

Por María Elisa Yáñez

A medida que los asentamientos urbanos crecen, es importante volver a lo básico: el cultivo de nuestros alimentos; para esto es indispensable adaptar los espacios y así abastecer nuestras necesidades.

Los huertos urbanos se han convertido en una alternativa sana y económica para tener al alcance de la mano los insumos para nuestra alimentación diaria. 

Hace aproximadamente cinco años Henko Agricultura Urbana nació bajo la forma de un emprendimiento que incita el comenzar nuestro propio cultivo en casa. Gustavo Monforte Terrero, Director General de Henko, nos compartió como este modelo de negocio está enfocado en aprender técnicas para aprovechar pequeños espacios urbanos, en casa o en la oficina para tener un huerto y cultivar nuestros propios alimentos. 

El camino de Henko empezó mediante la composta; luego de desconocer que hacer con los residuos generados en la cocina, entre Gustavo y su socio nació la idea de diseñar un sistema para que dentro de las casas se pudiesen recuperar los residuos, en vez de arrojar todo a la basura y al drenaje.

Henko inició con el lombricompostaje, pero después la vida los dirigió hacia al cultivo urbano y los huertos. Diseñaron bolsas o macetas hechas con un geotextil elaborado de material derivado del PET reciclado las cuales brindan varias ventajas al cultivo urbano, especialmente en Yucatán. Algunas de las macetas se pueden colgar en las paredes; mientras otras pueden colocarse directamente sobre la tierra. De esta forma uno puede tener en casa o en el muro de la cocina una mata de cilantro; o en un balcón o pasillo una planta de chile o tomate cherry.

Las macetas vienen en diferentes tamaños y esto dependerá del tipo de planta porque, por ejemplo: una mata de calabaza necesitará más espacio que la de un tomate cherry. La amplia variedad de dimensiones permite a la planta crecer con facilidad y adquirir el máximo tamaño en sus frutos. Aquí es cuando reluce la ventaja del geotextil debido a que filtra el exceso de agua, evitando que las plantas se ahoguen. Asimismo las macetas son reutilizables: Se pueden lavar y volver a usar. 

Como valor agregado, Henko maneja un lixiviado el cual es un fertilizante natural para nutrir las plantas; su uso evita el empleo de químicos que dañan a la tierra y a las plantas. El proceso de fertilización trabaja así: Si hay un árbol que tiene frutos y uno de estos cae en la tierra -y si los animales no se la comen antes-, llegan las lombrices que la transforman en composta. Esta misma es la que devuelve los nutrientes a la tierra, con el fin de que las plantas crezcan grandes y frondosas. Al final el lixiviado es la orina de la lombriz.

Para llegar hasta este punto el equipo de Henko investigó, platicó con gente interesada en el tema, y observó el entorno; así aprendieron el proceso del compostaje y cómo aplicar estos métodos en actos cotidianos. No obstante, si los residuos orgánicos son tirados a la basura, estos llegan a la región sanitaria, impidiendo el proceso natural de compostaje por medio de insectos. 

Por consiguiente, Henko cuenta con un servicio de recolección de residuos orgánicos a casas particulares para producir la composta; ellos se encargan de recolectar los restos de vegetales, frutas, hojas y ramas secas para así preparar una magnífica tierra que, por ende, terminará siendo también abono.

Henko es un negocio con experencia en huertos caseros para casas particulares, establecimientos y desarrollos inmobiliarios, así como también en huertos comunitarios que busquen producir sus propios alimentos de una manera más saludable y amigable con el medio ambiente.

Tener tu huerto en casa es completamente posible; es además una excelente alternativa de producción y fomento al consumo local porque: “No hay nada más local que tener tu propio huerto a la mano”, finaliza Gustavo.

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