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Cerdo ibérico, con más ventajas que el cerdo rosado

Productores de cerdo de origen ibérico hablan de las bondades que ofrece su producto en comparación con la variedad “rosado” o “americano”. La zona de Tizimín en Yucatán, es donde en los últimos años se han sumado más porcicultores a producir este tipo de especie. Su carne es nutricional porque su alimento es 100% natural, sus grasas son insaturadas y no requieren de cuidados especiales ni estar completamente en encierros pues son más silvestres.

Una de las ventajas en la actualidad de criar esta especie es que la calidad de los productos y la carne son reconocidos en México por consumidores locales y extranjeros al grado que ya se consumen en restaurantes de renombre en grandes ciudades del país y en la Riviera Maya, según indica Raúl Sansor Nah quien es el actual presidente de la Asociación Mexicana de Criadores de Cerdos de origen ibérico en Yucatán A.C.

El presidente del gremio donde están asociados poco más de 50 productores indica que este tipo de animal se reproduce rápido, es resistente, saludable y es una alternativa viable para proveer de proteína y energía saludable.

Afirma que de acuerdo con especialistas en genética, se han encontrado en el ADN de esta especie genes de ancestros como son el jabalí europeo, el mediterráneo y el asiático, además hay documentos que se encuentran en las universidades de España y México donde se describe que el origen y la similitud genética y fenotípica existe entre los cerdos de la península Ibérica y la península de Yucatán.

Al ser destetados se les pone en jaulas elevadas por determinado tiempo para observar su adecuado crecimiento sin embargo es un sistema que no todos se atreven a implementar, aunque dice que siguen alimentándose de manera natural

El porcicultor, quien ya lleva 10 años en la actividad dice que ha sido un trabajo grande pues es una tarea de selección y manejo de animales.

Recordó que se han hecho estudios científicos que iniciaron desde el 2018 para determinar el parentesco genético con el cerdo Ibérico de España y el de Yucatán, mismos que han concluido y que se pretende continuar con su segunda etapa para saber el progreso genético.

En cuanto a su producción, dice que en su unidad tienen 60 vientres y alrededor de 300 animales, algunos productos se venden en la Riviera Maya, Ciudad de México, Querétaro y se podrían vender inclusive a Canadá, pero tienen una limitante, ya que no se puede exportar porque solo se cuenta con un sistema de sacrificios municipal y esa certificación no sirve pues es necesario un rastro Tipo Inspección Federal (TIF).

Sansor detalla que la diferencia entre el cerdo Ibérico y el rosado es “abismal” pues el americano tiene altos niveles de nutrientes y un manejo intenso para producir su potencial genético de carne, y eso hace que les tengan que dar alimentos concentrados, antibióticos y tenga que vacunar para prevenir enfermedades cuando en el cerdo Ibérico no se usa nada de eso.

Según dice, está compuesto por ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados que son benéficos para el corazón y el sistema circulatorio; aparte la grasa no tapa las venas o arterias de las persona.

Por su parte, el productor Luis López Burgos, quien lleva alrededor de dos años con la crianza del cerdo pelón mexicano dice que ofrece bondades productivas y de subsistencia.

El médico veterinario, quien es profesor jubilado en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) y trabajó en el departamento de manejo de recursos tropicales dice que el trabajo que ha hecho a lo largo de los años tiene que ver con el rescate de la cultura de la explotación pecuaria sustentable.

“Estamos viviendo con una deforestación tremenda; soy enfático: lo estamos viviendo y lo que nos queda ahora es cambiar nuestra cultura productiva porque todo tiene un ciclo de vida constante dada por la misma naturaleza”.

“La globalización ha ido creciendo y eso hay que cambiarlo de manera urgente si queremos preservar la vida del planeta realizando un trabajo altamente sustentable”.

Explica que cuando inició con este proyecto, que fue con un par de lechonas, se fue dando cuenta que no necesitan cuidados especiales, se multiplican solos, no requiere de grandes instalaciones ni mucha inversión.

Con base en ello, explica que hoy en día tiene una producción de aproximadamente 100 lechones y 10 marranas reproductoras que están creciendo y lo que ha observado a lo largo de este tiempo es que funciona como una alternativa para las áreas rurales, pero no de traspatio dentro de la población porque necesitan del espacio y que ellos mismos busquen su alimento porque son silvestres

En su caso dice que se alimentan de gramíneas, hierbas y de vez en cuando les da maíz, pero para tenerlos cautivos y no se vayan del rancho.

“Mientras menos insumos les demos son más sustentables”, expresa.

El productor afirma que una de las principales problemáticas con las que se ha encontrado es con la comercialización, pues la misma globalización los ha llevado al consumo de cerdos de engorda que se han creado en diferentes países, de raza pura, y que son animales encerrados, estresados y que están a base de otros productos químicos.

Según dice, el cerdo ibérico tiene futuro si realmente se maneja como debe de ser, es decir libres, tener su propio ambiente tradicional que ellos busquen su alimento en el campo, no pueden estar en las ciudades donde tienen poco espacio.

También coincide en que estos no generan grasa por el tipo de alimentación que tienen y el ejercicio que hacen mientras que el rosado tiene que estar bajo condiciones específicas de confinamiento por su calidad genética que está trabajado para que transforme todo el alimento en carne.

“Por eso se han ido creando razas de acuerdo con las necesidades del mundo de la población mundial”, detalla.

Dice que a sus animales les da tajonal, ramón, huaxín y todo tipo de yerbas que hacen una mezcla de nutrientes y sabores.

Añade que cuando inició no lo había visto como una alternativa de negocio, pero viendo tantas bondades y lo que se puede aprovechar, busca hoy la manera de comercializar. Por si fuera poco, dice que con este animal se puede entrar en una situación de competencia.

Dijo que en su caso adquirir un destete de esta especie está entre los 1,000 a 1,500 pesos.

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Fuente: Diario de Yucatán.

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