Por Francisco F. Gamboa
Aprovechando que nos encontramos en temporada de huaya, ¿por qué no hablamos un poco más de este delicioso fruto tan abundante en nuestras tierras?
La huaya, conocida científicamente como Melicoccus bijugatus, es esa fruta redondita que crece en racimos, apreciada por su sabor y sus beneficios nutricionales, la cual tiene un lugar muy especial en la cultura y la gastronomía de Yucatán. Es oriunda de nuestro continente y sus frutos crecen a alrededor de 25 metro de altura en climas cálidos y húmedos, por ello su temporada en la entidad abarca principalmente de finales de mayo a agosto.
A los yucatecos nos gusta comer la huaya principalmente fresca, como una merienda natural y refrescante, ya sea sola o con chilito y limón; es muy fácil de pelar, solamente se necesitan los dedos para revelar una pulpa carnosa, jugosa y ligeramente ácida. De igual forma, también se prepara en dulce, aguas frescas, bolis, e incluso a veces se fermenta para preparar un licor artesanal.
Este frutito tiene un profundo significado cultural en nuestro estado, pues su consumo se remonta a más de 3 mil años de antigüedad y es muy común encontrarla en los mercados locales y en puestos ambulantes, evocando además recuerdos de la infancia para nuestros paisanos. Asimismo, en las colonias con mayor predominancia de yucatecos y en el interior del estado es habitual ver a la gente chupando su huaya, lo que refuerza su papel como símbolo de identidad y tradición comunitaria.
Durante la conquista, los españoles quedaron impresionados por la variedad de frutas que encontraron en nuestro continente y la huaya no fue la excepción, describiendo su sabor como exótico y refrescante, por lo que rápidamente la integraron en su dieta diaria e incluso se llevaron varias especies a Sevilla para su estudio y su potencial aclimatación en nuevas tierras.
Finalmente, la huaya no es sólo una fruta deliciosa y nutritiva, sino que es también un símbolo de la rica herencia cultural de la región, pues como vimos, su presencia en la vida diaria de los yucatecos se remonta a tiempos prehispánicos, así que, ¡vamos a disfrutar de este valioso tesoro en cualquiera de sus presentaciones!
Valor nutricional
Es rica en nutrientes esenciales, como vitamina C, importantísima para el sistema inmunológico; es una buena fuente de fibra, lo que favorece nuestra digestión; además de aportar minerales como fósforo y hierro, cruciales para la producción de glóbulos rojos.
