El pequeño ha recibido asesoría de varios biólogos para ayudar a sus vecinos
Jahaziel, a los 10 años de edad, ha salvado a más de 100 sapos desde que comenzó su labor de ayuda en el Fraccionamiento Las Américas en Mérida. Junto a su madre, dedica las tardes lluviosas a rescatar estos anfibios de las casas y llevarlos a áreas verdes seguras.
Hace dos años, el niño descubrió su vocación: ser biólogo y dedicar su vida a salvar todas las especies posibles. Sin embargo, por ahora se enfoca en sus nueve mascotas rescatadas (ocho gatos y una perra) y en los sapos reportados por los vecinos en sus hogares.
«Recuerdo un día en que la casa se inundó y apareció un sapo. Lo rescaté y lo llevé a un área verde, y me empezó a gustar hacerlo, ya que la casa se inundaba con frecuencia. Comenzamos a hacerlo durante la pandemia, mi mamá me ayudó a hacer publicidad entre los vecinos, especialmente aquellos que tenían fobia a los sapos, y yo no quería que les hicieran daño», compartió Fernando Jahaziel Magaña Díaz.
A través de las redes sociales, la popularidad de Jahaziel ha aumentado, al igual que la demanda de sus servicios. Por lo tanto, se ha comprometido a realizar su trabajo de manera profesional. Ha recibido capacitaciones del biólogo Pedro Nava y otros expertos del país, quienes lo asesoran sobre cómo manipular y reubicar a estos anfibios.
Jahaziel también dedica tiempo a investigar, ver videos y leer libros que lo guíen en la realización de este servicio social, por el cual no cobra nada.
«Lo hacemos por amor. No me preocupa cuánto gastamos en guantes, cajas o jaulas. Dedicamos de 6 de la tarde a 10 de la noche para salvar todos los sapos que podamos, porque queremos que estén en un lugar seguro. Sin embargo, cada vez es más difícil encontrar áreas verdes debido a la construcción en la zona», lamentó Jazmín Díaz Vera, madre de Jahaziel, quien superó su fobia a los sapos para apoyar la misión de su hijo.
Aunque no cobran por su servicio, que realizan en el Fraccionamiento Las Américas y áreas cercanas, aceptan donaciones de los vecinos para continuar invirtiendo en materiales que les permitan continuar con su labor.
Incluso se han capacitado para brindar asesoría a personas en lugares alejados a través de mensajes o llamadas telefónicas. «Les pido a las personas que le temen a los sapos que se mantengan tranquilos y no les hagan daño. Pueden usar guantes para atraparlos y llevarlos a áreas verdes. Recuerden que ayudan al ecosistema, ya que son los principales eliminadores de plagas como hormigas e insectos», destacó el niño, quien actualmente cursa quinto grado de primaria.
El rescate y las asesorías para retirar a los sapos de los hogares se llevan a cabo a través del número 999 746 6257, atendido por Jazmín.
Actualmente, la familia está trabajando en más capacitaciones para poder rescatar otras especies, como serpientes o tarántulas y Jahaziel manifestó su deseo de convertirse en biólogo.
Con información de La Jornada Maya
