Especial Rural MX
Una de las satisfacciones de salir al campo a buscar la nota, es saciar el hambre en buenos lugares, un mercado, por ejemplo, ahí donde tienes a manos llenas los placeres de la vida.
Realizando un recorrido de trabajo con Julio Leal decidimos visitar varios puntos hasta terminar en Motul donde el objetivo era comer.
Y es que entrar a un mercado con hambre, es comenzar la aventura y un viacrucis ya que terminas por no saber qué quieres, todo lo que se oferta en realidad es muy bueno -agregando el hambre que uno tiene-.
Al final, los tacos aparecen en escena logrando su objetivo, satisfacer las necesidades de antojo, alimentación y por supuesto, el último taco es para la gula.
Fue el mercado de Motul, en su corazón mismo, donde te encuentras los productos del rancho y las cosechas de hortalizas que terminan en la mesa de los hogares, los dulces, las tortillas, las verduras, las carnicerías y por supuesto las mejores ofertas. Así se vive en un mercado.
Las faenas de trabajo terminan en un plato con comida, acompañado de tus similares, que con bocados llenos de sabor y tradición terminamos observándonos en aparente silencio.
Como siempre, los momentos de mayor gusto acaban con un estómago lleno y la satisfacción de llevar las historias a la casa de Rural MX. ¡Larga vida a los mercados y tradiciones de México! Porque el día que falten comenzaremos a perder nuestra identidad.
Fotografías de Jorge Alanis y Julio Leal