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                                    Aprender del miedo, montarlo y galoparMontar a caballo es, por s%u00ed mismo, un arte. Pero hacerlo en formaci%u00f3n, ejecutando rutinas sincronizadas a gran velocidad y con falda larga, requiere de una combinaci%u00f3n de confianza, t%u00e9cnica, fuerza y, por supuesto, coraje. Lo saben bien Valentina y tambi%u00e9n Abiga%u00edl Zapata, quienes encontraron en la escaramuza un espacio de crecimiento personal, y de transformaci%u00f3n a partir de la responsabilidad y organizaci%u00f3n.Mi pap%u00e1 me llev%u00f3 a conocer este mundo, pero fue T%u00eda Rous quien me invit%u00f3 al equipo. Al principio cuesta coordinarte con tu espejo, ver qu%u00e9 hace tu compa%u00f1era al frente y replicarlo con precisi%u00f3n, pero con pr%u00e1ctica se logra; considero que lo que al principio parece m%u00e1s complicado, conforme entrenas y te dedicas, lo dominas, dice Abiga%u00edl.Valentina, por su parte, resalta la capacidad de organizaci%u00f3n que ha desarrollado: Despu%u00e9s de mis deberes escolares, la escaramuza es una parte fundamental de mi vida. Me ha ense%u00f1ado a ser m%u00e1s organizada. Cada una de nosotras tiene una responsabilidad, y si una falla, afecta al grupo.Caballos, familia y disciplinaUno de los aspectos que m%u00e1s se destaca de Flores del Mayab es su entorno emocional. El grupo es m%u00e1s que un equipo deportivo: es una familia. Este es un lugar seguro para todas; nos hemos convertido en una segunda familia y eso se refleja en el ruedo, afirma Roc%u00edo.Pero llegar a ese nivel de sincron%u00eda emocional no es casualidad. Detr%u00e1s del espect%u00e1culo que vemos en una competencia, existe una red de apoyo profesional que gu%u00eda a estas j%u00f3venes en cuerpo, mente y esp%u00edritu, con coaches especializados para cada %u00e1rea: Guillermo Lim%u00f3n, uno de los mejores del pa%u00eds, dise%u00f1a las rutinas; Andrea Godoy, reconocida en M%u00e9rida, las entrena localmente; Liliana Trevi%u00f1o, campeona nacional, las prepara en el manejo emocional; y Carlos Garc%u00eda se encarga de ense%u00f1arles a entender y dominar al caballo.Hay gente que no lo ve, pero detr%u00e1s de nosotras hay un equipo t%u00e9cnico impresionante. No estar%u00edamos donde estamos sin ellos, comenta Roc%u00edo.Y es que la vida de una escaramuza no se limita a los fines de semana o a presentaciones p%u00fablicas. Es una rutina rigurosa de entrenamiento, madrugadas, ensayos y preparaci%u00f3n mental: A veces entrenamos de madrugada, especialmente antes de competencias. S%u00ed es un reto, es dif%u00edcil, pero cuando ves el resultado, entiendes que todo vali%u00f3 la pena, comenta Abiga%u00edl.Sofi, por su parte y quien se nota en su mirada c%u00f3mo le enorgullece esta actividad, resalta c%u00f3mo este deporte las ha empoderado: Estar sobre el caballo y saber que lo dominas es una sensaci%u00f3n poderosa. Este deporte es muy bonito que te permite conectar con tu caballo, transmitirse emociones y termina por transformarte. Aunado al trabajo como unidad, si no hay una relaci%u00f3n sana en el grupo, se nota de inmediato en la rutina. 16
                                
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