Especial Rural MX
Después de la charla con Nalo Lugo y sus logros en Culiacán nos comunicamos con el ingeniero Eduardo Tovar, compañero y amigo de Nalo, pues sabemos que el CIMMYT está también presente en Yucatán. A través de una llamada telefónica que Jorge Alanis sostuvo en el programa de radio, entre otras cosas nos esbozó el trabajo desarrollado aquí y su esfuerzo por incorporar nuevas tecnologías a las maneras y costumbres tradicionales. No es únicamente llegar y brindar capacidades, es también aprender de ellos ya que la información que tiene nuestra gente es imperante para terminar de comprender e incorporar todo para lograr mejores resultados futuros.
Con Nalo aprendimos que las condiciones que tenemos en Yucatán son completamente diferentes a las del norte del país, por ello incluimos en esta edición la otra cara de esta moneda, ya que aquí existe la conocida milpa maya sin dejar a un lado los suelos mecanizados. Basados en alianzas y colaboraciones, Eduardo Tovar y su equipo trabajan con universidades, gobierno y centros de investigación locales, logrando una red que al final resulta en beneficio de los productores, buscando siempre la eficiencia con objetivos más justos y más sustentables.
¿Qué se ha hecho en Yucatán?
Nosotros nos basamos en el trabajo por proyectos en regiones o en sistemas de producción en específico. Por ejemplo, en el de la milpa maya, a través de varias líneas les damos soluciones a sus problemas como agricultura de conservación, arreglos y necesidades de siembra y sus semillas, además de que el manejo agroecológico de plagas se logra bien. Es un enfoque bastante fuerte en el tema de la biodiversidad, siempre tratando de cuidar las semillas de maíz criollo. Hemos logrado trabajar con casi 7,000 milperos, acompañándolos en sus parcelas, probando innovaciones y soluciones, mejorando rendimientos con parcelas más sustentables y limpias, e incluso con desarrollo de capacidades, la cual es una de nuestras fortalezas.
¿Un acompañamiento completo con ellos?
Correcto. No es suficiente con estar en la parcela recomendando cosas, creemos en este modelo integral de ofrecer capacidades y fortalecer a los mismos productores para que ellos generen soluciones.
¿Te ha costado trabajo llegar con esta información y fusionarla con la que ellos ya tienen?
Oh, sí, ha sido un reto. Es difícil en el buen sentido, porque hay diálogos y discusiones constructivas donde juntos encontramos las soluciones, haciendo referencia al conocimiento tradicional, respetándolo, pero tratando de integrar nuevas técnicas, dando el valor y utilidad que ambas merecen. Las semillas nativas, por ejemplo, tratamos de mantenerlas como parte de la cultura y respetando la agro diversidad. En Yucatán hay algo muy particular: las cabañuelas, que vienen a ser un conjunto de métodos tradicionales de predicción meteorológica; las hemos tratado de comprender y estudiar, resultando en algo muy interesante porque te das cuenta del gran conocimiento de las comunidades mayas, el cual respetamos y mantenemos por la importancia que tiene para ellos.
¿Qué ha dejado en ti este conocimiento maya en lo que agricultura se refiere?
En lo personal, al no ser oriundo de la Península, por supuesto que me he enriquecido muchísimo no solo con el conocimiento ancestral de la milpa, también con el de la misma gente que parece tener una riqueza técnica impresionante del clima y de lo que ocurre a su alrededor. Me encanta que todo lo ven como sistemas interconectados y no como elementos independientes: se ve la parcela, se ve la casa, la comunidad, el medio ambiente, los recursos naturales alrededor los cuales son parte, es clara la simbiosis.
Como ingeniero que ha trabajado con miles de milperos de la Península, ¿cuál es su mensaje para seguir avanzando con esta agricultura sustentable?
El mensaje es vamos a dialogar, estamos abiertos para seguir contribuyendo a los sistemas agroalimentarios más justos, más resilientes, más inclusivos y otros muchos objetivos y adjetivos positivos. Estamos abiertos, por favor contáctenos mi correo es e.tovar@cgiar.org, hay que unirnos en lugar de competir: buscamos alianzas y trabajar con los agricultores para lograr mejores resultados.