Especial Rural MX
La acuacultura en Yucatán es un campo de estudio y trabajo con futuro, pero de acuerdo a expertos y productores involucrados en el tema, aunque el estado se encuentra en el camino correcto hacia una producción más sustentable y amigable con los mares, aún seguimos en la construcción de un sistema de producción acuícola consolidado y altamente redituable.
Para continuar con el tema platicamos con Miguel Ángel Vela Magaña, titular de la Dirección de Acuacultura de la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables de Yucatán (SEPASY), quien resalta algunos aspectos básicos a considerar cuando hablamos del desarrollo de la actividad acuícola en el estado: En Yucatán se está construyendo un tejido de producción acuícola y cuando hablamos de un tejido, estamos hablando de varias aristas, principalmente en el soporte académico e institucional, las cuales se encuentran en la búsqueda de la consolidación de paquetes tecnológicos y de producciones acuícolas sustentables.
En este sentido, la actividad está creciendo y en proceso de consolidación con nuevas especies de alto valor, entre las que destacan el camarón y la langosta de agua dulce. Al respecto, nuestro entrevistado expresa: La región está en aras de fortalecer esta nueva estrategia de producción hacia una reconversión productiva. Antes solo se producía tilapia y camarón, hoy vemos que Yucatán produce langosta, pargo y pargo canané.
Otro de los aspectos importantes a considerar es la calidad de agua y su distribución en las zonas costeras; durante la charla, Miguel Ángel nos comenta que aunque la disponibilidad de agua dulce sea limitada, la calidad de la misma es la adecuada para ciertas especies como las eurihalinas. Ante este panorama y luego de trabajar de cerca con varias unidades de producción, señala: Estamos en el mejor momento, ¡no hay tiempo que perder! Hoy que el precio se ha incrementado por la demanda, precisamente por la escasez de productos pesqueros, ha impulsado al sector productivo, principalmente de la tilapia.
La acuicultura es una ofertante de alimento constante y es un regulador en el precio –prosigue-; la versatilidad que nos presenta la actividad nos permite llevar de manera constante a las mesas esa cantidad y calidad de producto.
Por otra parte, Miguel Ángel nos comenta que una de las grandes razones por las cuales la acuacultura está tomando mayor relevancia es gracias a los esfuerzos de los centros de investigación y sus formadores, quienes han logrado crear una vinculación robusta entre el gremio académico y los grupos productores: La carrera contra el cortoplacismo en los jóvenes es un tema que hoy compete a toda la ciudadanía. A toda la juventud inmiscuida en el tema, les recalco que después de los estudios, es importante trabajar de la mano con los productores; incorpórense y realmente vean en la actividad acuícola un negocio, una opción de vida.
La charla concluye con la siguiente afirmación: la actividad acuícola es dinámica y como cualquier proceso, está en constante evolución. Para esto, grupos académicos están buscando nuevas técnicas de producción y el mejoramiento de la parte biológica, todo con un verdadero compromiso por la generación de productos de alta calidad.
Si bien la acuacultura trae consigo una serie de desafíos, debemos aprovechar que Yucatán tiene ciertas características particulares para la construcción de una acuacultura sostenible que deberá partir principalmente de las necesidades del productor, su capital de trabajo y su disponibilidad de tiempo.
Porque como bien menciona Miguel Ángel: Hay una acuacultura para todos y hay un modelo específico para cada productor en Yucatán, solo debemos estar conscientes de nuestras necesidades y del camino a recorrer. Recuerden que en la SEPASY estamos abiertos para contribuir y ayudarles en lo que necesiten.