Frijol: un bioindicador para el cambio climático en México
El frijol, que constituye el 81% de la producción nacional de legumbres secas, está actuando como un “canario en la mina” al alertar sobre los impactos del cambio climático en la agricultura. Esta leguminosa es especialmente sensible al calor, pues las temperaturas nocturnas superiores a 26 °C durante la floración pueden reducir drásticamente la producción debido a la esterilidad del polen.
El frijol se cultiva principalmente en dos ciclos: primavera-verano y otoño-invierno. La primera fase, afectada por la irregularidad de las lluvias, ha visto una reducción del 32.5% en la producción en 2022, mientras que el ciclo OI en Sinaloa, basado en riego, muestra una mayor productividad. Las recientes olas de calor han exacerbado los problemas, como lo evidencian las pérdidas significativas en el ciclo invierno-primavera de 2024.
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) está evaluando nuevas variedades de frijol para mejorar la tolerancia al estrés climático. La colaboración entre investigadores, agricultores y autoridades es vital para adaptar los sistemas de cultivo y asegurar la seguridad alimentaria. El frijol, nuestro canario en la mina, nos advierte sobre los desafíos que se avecinan, por lo que es hora de actuar para proteger este vital cultivo.
Tecnologías emergentes para preservar lenguas y costumbres originarias
El Laboratorio de Cultura, Educación e Innovación Digital (CEID) de la Facultad de Estudios Superiores Aragón está utilizando tecnologías emergentes para conservar y difundir prácticas culturales de pueblos originarios. Proyectos como el videojuego en maya “Uk’ux ixim”, el libro en zapoteco con realidad aumentada “Diidxa”, y la experiencia de realidad virtual “Mook” están revitalizando lenguas y costumbres tradicionales.
Liliana García Montesinos, líder del laboratorio, destacó que estas tecnologías facilitan una inmersión auténtica en las culturas, desarrollando contenidos primero en lenguas originarias. La integración de realidad aumentada y virtual ha permitido, por ejemplo, que los niños de San Baltazar Guelavila llamen al libro “El libro que habla”.
Con futuros proyectos en lenguas como Chatino y Ñañú, el CEID no sólo preserva el patrimonio cultural, sino que también cierra la brecha digital en comunidades remotas, promoviendo una conexión más profunda entre la tecnología y las tradiciones ancestrales.
Mercado agroecológico de la milpa maya en el CICY
El Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) organizó el Mercado agroecológico de productos de la Milpa maya de Yucatán para destacar y promover los productos de la milpa tradicional. El evento reunió a productores de las comisarías de Xoy y X’box, ofreciendo maíces nativos, tubérculos, leguminosas, frutas, verduras, huevos, artesanías y platillos típicos.
El Mtro. Miguel Ángel Fernández Barrera del CICY explicó que el sistema de la milpa está en peligro debido a la edad avanzada de los productores actuales y la falta de relevos generacionales. El evento busca revalorizar la milpa y ampliar el mercado para estos productos, ayudando a mejorar los ingresos de los productores.
Esta primera edición, organizada como prueba piloto, forma parte del proyecto de conservación y revalorización de la milpa maya del CICY. Los resultados permitirán ajustar el modelo de negocio para potenciar la comercialización y apoyar a las comunidades productoras.
Impulso Vital para Apicultores de Tahdziú
En Tahdziú, 50 apicultores ejidatarios recibieron recientemente un importante apoyo: cinco cajas completas para abejas, equipadas con piso, tapa y 70 hojas de cera. Estos recursos fueron obtenidos a través de un programa de servicios ambientales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), del cual el ejido es beneficiario.
Además de este equipo apícola, los ejidatarios también realizaron trabajos como el bacheo, la construcción de una palapa y la creación de dos caminos sacacosechas hechos con sahcab. La entrega del material se llevó a cabo en la comisaría ejidal bajo la supervisión del comisario Eliodoro Aké Canul y un técnico de la Conafor.
Los productores expresaron su gratitud, señalando que este apoyo es crucial para mejorar sus colmenas y realizar divisiones, lo que representa un ahorro significativo y un estímulo para seguir trabajando en una actividad que enfrenta numerosas dificultades. La apicultura es, después de la agricultura, la segunda actividad más importante en Tahdziú.