El pulpo mexicano reportó en 2018 una producción de 56 mil 754 toneladas con valor comercial de mil 900 millones de pesos, lo que mantiene a nuestro país como el tercer productor a nivel mundial de esta importante especie.
La pesquería de pulpo no solo representa una actividad de gran valor económico y comercial para miles de pescadores que capturan esta especie en 13 estados del país, sino que también:
La captura de pulpo representa una actividad de gran importancia social, pues alrededor de 15 mil familias de pescadores encuentran en ella su principal fuente de ingresos, sobre todo en las entidades donde predomina esta especie, como lo son Yucatán y Campeche.
Es una pesquería que se realiza de manera artesanal lo que la convierte en una de las más selectivas y sustentables del sector pesquero en México.
El pulpo mexicano es un bien pesquero de alta demanda internacional. Italia es nuestro principal cliente, el intercambio esa nación representa un valor comercial de 39 mil 800 millones de dólares.
El pulpo es un producto que puede formar parte de una dieta diaria saludable, ya que posee una gran riqueza nutricional.
El pulpo es una fuente rica de vitaminas B3 y B12, con un contenido importante de potasio, yodo, selenio, calcio, sodio, fósforo y una gran cantidad de proteínas que ayudan primordialmente a un buen mantenimiento de la piel, músculos, cabello y uñas.
El pulpo es un manjar que se puede ofrecer fresco, congelado o enlatado, para prepararse y consumirse en una gran gama de platillos, dependiendo la región.
Por su calidad gastronómica y culinaria, el pulpo es un platillo que puede consumirse en: cocteles, sopas de mariscos, cocido, a la plancha, a las brasas, al mojo de ajo o empanizado.
El pulpo sobrepasa a los demás invertebrados en número de neuronas, el pulpo común (Octopus vulgaris), por ejemplo, cuenta con 500 millones de neuronas, más que los ratones (80 millones), y prácticamente a la par que los gatos (700 millones).
Fuente: Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.