Orgullo de Los Chenes
Especial Rural MX
Hace siete años, toda la soya que se producía en Santa Rosa, Campeche, era transgénica. Aquí fue el centro del conflicto que la empresa Monsanto sostuvo con las comunidades mayas de Los Chenes, y donde se organizó una fuerte resistencia en contra de la soya transgénica, que representa el máximo nivel de contaminación en los suelos.
Un personaje importante en esta lucha es el Arq. Luis Arturo Carrillo, quien está al frente de Biopakal y es integrante del Colectivo MaOGM (Ma significa No en lengua maya, y OGM son las siglas de Organismos Genéticamente Modificados). Durante nuestro recorrido por los campos menonitas tuvimos la oportunidad de platicar con él para que nos narrara cómo ha sido este proceso.
Una vez que trabajamos en el Colectivo MaOGM junto con las comunidades cheneras, logramos detener la entrada de transgénicos en esta zona pero los químicos se quedaban impregnados, por lo que optamos por convertir a los menonitas, que eran los principales responsables de la siembra de transgénicos, en sembradores orgánicos, cuenta.
Al principio, Luis Arturo menciona que era muy frecuente ver proyectos fracasar debido a que la problemática no se abordaba de manera integral en cada uno de los pasos: desde el abastecimiento de los insumos, el acompañamiento a los productores, el paquete tecnológico y la compra y comercialización del producto a un mejor precio. Es necesario resolver toda la cadena o de lo contrario se rompe algún eslabón y ya no funciona el proyecto, añade.
Además, afirma que uno de los más grandes retos que han tenido en Biopakal a lo largo de estos seis años es la de desarrollar los paquetes para saltar de la pequeña a la gran escala productiva, pues muchos ya sembraban orgánico en pequeñas áreas pero nunca en miles de hectáreas. Hoy, toda esa soya es orgánica.
Es posible tener grandes extensiones de siembra orgánica y tenemos todas soluciones para llevarlo a cabo, lo único que necesitamos es que los productores se animen. Sí se puede, aquí está la prueba, finaliza.