Por Ana Laura Preciado
Después de un caluroso e interesante día en Santa Elena, ¡llegó el momento de relajación! El cuerpo pide descansar y disfrutar del entorno natural, lleno de vida; para lograr este cometido, el equipo de Ek Mukul Tours nos llevó con Orlando Acosta, que entre árboles con aromas cítricos y variados matorrales se encuentra su temazcal.
Orlando es un sabio guía dedicado a la meditación espiritual maya; su trabajo consiste en crear una conexión con la madre naturaleza a través de los puntos cardinales, las cuatro etapas de la vida y las limpias. El objetivo de la meditación es alcanzar una sanación integral.
Para preparar el temazcal se usa leña, piedras volcánicas y hierbas aromáticas; una vez las piedras estén al rojo vivo y la leña se convierta en carbón, el temazcal o vientre de la madre tierra está listo para recibir a los participantes.
A lo largo de toda la experiencia, Orlando acompaña a las personas en el camino del despertar de la sensibilidad espiritual y acercarlos a la liberación de energías negativas. Entre frases y rezos (todo en lengua maya), éstos comienzan a entrar en un estado de paz que les permite relajar la mente, el cuerpo y el alma.
Para la purificación del espíritu y del cuerpo se utiliza barro de aguada libre de químicos o colorantes. Durante la meditación, los participantes se untan el barro en el rostro y extremidades para que los poros de la piel comiencen a purificarse.
Cuando la experiencia termina, ahora lo único que sientes es paz, libertad y tranquilidad. Ya no sientes una carga sobre ti y todas aquellas preocupaciones que tenías dejan de ser importantes, explica Orlando.
En definitiva, Santa Elena es un tesoro escondido del estado, y una de las joyas que guarda en su interior es la meditación espiritual en maya; es una experiencia vivificante y sanadora que probablemente no sabías que necesitabas.
La meditación siempre estará transmitida con el corazón y mientras tengas fe la experiencia será beneficiosa, concluye.
