El cultivo de maíz es el que mejor responde a la tecnología aportada, y aunque el principal potencial de rendimiento de un cultivo lo establece la naturaleza ya que es la que otorga las condiciones específicas de una región: temperatura, precipitación y tipo de suelo debemos aprovechar el conocimiento y tecnologías disponibles para maximizar la producción por unidad de superficie y hacerlo de manera sustentable.
Para planificar el cultivo de maíz resulta esencial conocer y caracterizar el ambiente de producción, para luego ajustar el conocimiento y la tecnología disponible apuntando a maximizar potencial productivo y manejar el riesgo asociado.
Sin duda, el éxito del cultivo depende en gran medida de la calidad de los recursos empleados en el campo: desde la semilla que se elige hasta los fertilizantes o productos para la protección de cultivos que se aplican. Por este motivo es importante que la semilla sea resistente para garantizar un correcto y sano crecimiento de la planta, incluso en situaciones de riesgo como el cambio climático o la falta de agua.
Otras prácticas en el cultivo del maíz que puedan resultar en aumentos de rendimiento:
Que el suelo tenga buena estructura es imperativo para tener un desarrollo radicular fuerte y el buen desarrollo general.
Cuidar la densidad en las plantaciones y hacer rotaciones con otros cultivos ayuda en aumentar el rendimiento del maíz para reducir los incidentes de enfermedades, plagas y malezas.
Fertilización, la cual se debe cumplir los cuatro requisitos (4RS):
- Fuente: Tipo de fertilizante (sólido, líquido, mezclas, protectores, abono)
- Dosis: Analizar el suelo para calcular y balancear la demanda requerida.
- Momento: previo a la siembra para preparar el suelo y durante la siembra en aplicaciones divididas.
- Forma: de acuerdo con la distribución de las raíces puede ser: al voleo, incorporado, en bandas inyectado, foliar, etc.
El control de las malas hierbas es importante para asegurar un arranque bueno y competitivo para las plantas de maíz, y un buen control de plagas y enfermedades reducirá daño a raíces y el área productiva de las hojas.
En México, el maíz forma parte de nuestra alimentación diaria, es el cultivo de mayor presencia en el país, constituye un insumo para la ganadería y para la obtención de numerosos productos industriales, por ello, debemos bregar por la visualización del impacto positivo de la tecnología y el conocimiento bien aplicado en la mejora de la sustentabilidad del sistema.